Fisuras

Tras el parto, la mamá está tan emocionada que apenas tiene tiempo para mirarse a sí misma, pero al cabo de las horas llega el momento de evaluar los daños. Prácticamente nadie sale inmune a su primer parto, algunas mujeres sufren rozaduras y otras presentan pequeñas o grandes fisuras en los labios de la vulva y vagina. Esto no sólo depende de la rapidez con la que se han producido los pujos, también depende del tipo de piel y la flexibilidad de la misma, así como de la elasticidad de los músculos. Todos ellos son factores que determinan el número de fisuras y su tamaño.

Fisuras pequeñas (Primer grado)

En un principio este tipo de fisuras no requieren puntos. No suelen ser profundas, son superficiales y acostumbra a ceñirse sobre todo a la mucosa y a la piel.

Si pese a ello se realiza una sutura, es principalmente para que no moleste mucho al orinar. Las pequeñas fisuras curan mejor y de forma más regular.

Fisuras algo mayores (Segundo grado)

Se reconoce porque tanto el tejido vaginal como la musculatura del perineo se muestran desgarrados. Son más profundas y se suturan porque no curan solas por peligro a deformar la vagina de forma drástica. Además pueden dañar también vasos sanguíneos. En estos casos es preciso coser con rapidez. Suelen necesitar entre cinco y seis puntos internos, pero depende siempre de la dimensión y la profundidad a la que se tenga que suturar.

Gran fisura (Rotura subtotal)

Una fisura puede llegar a ser tan grande que alcance la parte exterior del orificio anal, aunque el ano permanece intacto, presenta el desgarro de un buen numero de fibras. Debe de hacerse una buena sutura, a fin de evitar problemas de debilidad anal o incontinencia.

Fisura Máxima (Rotura total)

Aunque no sucede a menudo, puede ocurrir que se desgarre por completo el espacio intermedio entre la vagina y el ano. En la actualidad ya no hay problemas para suturar bien este tipo de fisuras y en principio curan bastante bien y sin dejar secuelas. Es conveniente que posteriormente las heces sean fluidas, de forma que la cicatrización transcurra sin problemas.