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Utilizamos la expresión “ir de punta en blanco” cuando nos referimos a que alguien va tremendamente elegante y bien vestido.

Pues el significado actual ha variado bastante del original, ya que la frase inicial era “ir armado de punta en blanco”, haciendo referencia a los caballeros que iban pertrechados con todos los elementos de su armadura y todas sus armas cuando tenían un torneo o combate importante, llevando las espadas y dagas desenvainadas, y por lo tanto con la punta al aire (o “la punta en blanco”) y bien afiladas y brillantes.

La seguridad del Estado de la Ciudad del Vaticano está a cargo de la Guardia Suiza, el ejército más pequeño del mundo con apenas 100 integrantes.

Este cuerpo fue creado oficialmente el 22 de Enero de 1506 por el Papa Julio II, quien unos meses antes había solicitado a los nobles de los cantones suizos un grupo de 150 valerosos hombres que pudiesen defenderle de cuantos peligros le pudieran acechar.

El Papa no pidió que fuesen suizos por ningún otro motivo que no fuese el que eran los mejores y más preparados mercenarios de la época, capaces de hacer por dinero lo que ningún otro ejército del momento; como demostraron en las Guerras de Borgoña, donde jugaron un papel fundamental a la hora de inclinar la balanza del lado de uno de los contendientes; y como demostrarán en el Saqueo de Roma que llevaron a cabo las tropas del Emperador Carlos V el 6 de Mayo de 1527, bajo el pontificado de Clemente VII; en el que a pesar de ser un ejército tremendamente inferior en cuanto a número, su fiereza hizo que el Papa pudiese escapar de la ira de los soldados del emperador, cayendo más de la mitad de la guardia pontificia en el combate.

En recuerdo de este día, cada 6 de Mayo se juran los nuevos cargos y toman posesión los ascendidos.

En torno al uniforme de la guardia corre la creencia falsa de que el diseño y los colores elegidos corrieron a cargo de Miguel Ángel (quien no se llevaba excesivamente bien con Julio II), pero no es así; los colores azul y amarillo representan  a la casa Della Rovere de la que procedía Julio II,  y el rojo a la de los Medicis, de la que procederá posteriormente León X.

Cuando no tenemos nada de dinero decimos coloquialmente que “estamos a dos velas”, indicando de esa manera que llevamos los bolsillos vacíos.

Esta expresión surge de las partidas de cartas clandestinas, en las que además de los jugadores solía haber un “banquero” o persona encargada del dinero que se jugaba en la misma, y que se alumbraba con un par de velas.

Cuando alguno de los jugadores tenía la suerte de su parte y ganaba una mano tras otra podía dejar a este personaje sin un solo billete o moneda, acompañado simplemente por la tenue luz de las dos velas con que se iluminaba; es decir, lo dejaba literalmente “a dos velas”.

La definición que da el Diccionario de la RAE para “cerilla” es la siguiente: “Varilla fina de cera, madera, cartón, etc., con una cabeza de fósforo que se enciende al frotarla con una superficie adecuada”, y aunque en la actualidad pierde fuerza frente a otras formas de hacer fuego de manera instantánea (los mecheros y encendedores por ejemplo), hasta no hace mucho su utilidad y protagonismo era indudable.

La persona que inventó las cerillas como hoy las conocemos fue John Walker, un farmacéutico que nunca patentó su descubrimiento; un descubrimiento totalmente casual, pues tratando de crear un nuevo explosivo  en 1826 hizo una mezcla de diversos productos químicos (azufre, goma, clorato de potasio, azúcar…) en un recipiente que movía con un palo.

Cuando dejaba de mover la mezcla, observaba que en la punta del palo se quedaba de manera sólida el residuo de haber estado moviendo el componente, por lo que al tratar de limpiarlo rascándolo contra el suelo, este ardió.

Había inventado la cerilla, aunque como dijimos anteriormente no patentó su invento (aunque si lo vendía en su farmacia a pesar de lo peligroso que podía llegar a resultar, pues algunas veces al manipularlos saltaban “chispas” encendidas que prendían fuego a vestidos, alfombras y todo lo que se encontraba a su alrededor), siendo un tal Samuel Jones en 1833 el que las sacó al mercado con algunas modificaciones en la composición bajo el nombre de “Lucifer”.

La elección de un nuevo Papa siempre ha generado la máxima expectación y curiosidad, por ese motivo cuando los Padres Cardenales se reunían para nombrar al Romano Pontífice lo debían hacer con todas las medidas de seguridad posibles para evitar cualquier tipo de filtración al exterior.

Por este motivo se encerraban en la Capilla Sixtina “cum clave”, o lo que es lo mismo “bajo llave”, para preservar al máximo las opiniones y decisiones que allí se estaban tomando; viniendo de esta expresión latina la palabra “cónclave”.

Aunque no sólo se hacía por seguridad, sino que era una forma de presionar a los allí presentes para que decidiesen de manera rápida, pues al privarles de comodidades (un sirviente por persona, comida racionada a partir del tercer día, etc…) elegían sustituto con mayor rapidez y prestancia.

Múltiples teorías y no menos mártires de nombre Valentín o similar son los que citan las distintas fuentes como el origen de San Valentín como el día de los enamorados; aunque si a alguien se lo tenemos que agradecer es al Papa Gelasio, que decidió en el año 496, que el 14 de febrero sería el día dedicado a honrar al mártir (aprovechando de paso para tratar de cristianizar una fiesta pagana que se celebraba en la misma fecha).

Pero sobre quien fue este mártir y qué hizo verdaderamente no queda constancia segura, pues se barajan diferentes versiones:

La primera de ellas nos lleva hasta un sacerdote romano que desobedeció el mandato del emperador por el que no se podían casar los soldados, pues de esta manera serían más eficaces y feroces en sus labores bélicas, algo a lo que se opuso el sacerdote, que los casaba en secreto; costándole el martirio, la cárcel y la vida.

Otras fuentes nos indican que fue un romano que no quiso abjurar de su fe cristiana, lo que le costó la cárcel… momento que aprovechó para tratar de liberar al mayor número de presos que por su misma condición allí se encontraban.

Y la última y menos fiable nos lleva hasta otro preso que al parecer se enamora de la hija de su carcelero, dejando una nota de amor escrita para su amada cuando es trasladado para ser ajusticiado.

Decimos que tomamos algo a “palo seco” cuando no lo acompañamos con ningún aderezo habitual, o cuando tomamos algún licor sin hielo ni nada que lo “rebaje”.

Pues aunque pueda parecer extraño su origen viene del argot marinero, y no precisamente debido a la afición a beber ron a “palo seco” de los piratas; sino de la forma de navegar cuando la fuerza del viento era excesiva, corriendo las velas el riesgo de rasgarse si eran utilizadas, y lo que es peor, romper los palos y mástiles; de manera que se recogían y se navegaba a “palo seco” o “árbol seco”, es decir, con el mástil “desnudo”, sin velas desplegadas.

Derivando posteriormente hasta el uso que actualmente le damos a la expresión.

Decimos que alguien “da la matraca” cuando es realmente insoportable y muy pesado o molesto, insistiendo en repetir la misma historia infinidad de veces; importunándonos y causándonos un tremendo hastío o cansancio.

La matraca no es otra cosa que una rueda formada por unas tablas fijas en forma de aspa, en cuyos huecos (entre aspa y aspa) se cuelgan unos martilletes, de manera que al girar el instrumento produce un ruido estruendoso, molesto e insoportable.

Era usado (en algunas localidades todavía sigue siéndolo) en Semana Santa sustituyendo a los toques de campana, bien para despertar a la población para los maitines o para indicar que se debía guardar silencio.

Eran fijas y algunas tenían un gran tamaño, aunque también se hacían versiones móviles de tamaño menor y un asa del que agarrarla para hacerla girar y que sonase.

Imagen: Ecelan.

Según la fuente que consultemos nos dirá que el inventor de la percha fue tal o cual personaje destacado (se cita incluso a Thomas Jefferson entre ellos); pero en lo que no cabe duda (o al menos eso parece) es en el inventor de la percha de metal.

Este objeto se lo debemos a Albert J. Parkhouse, un trabajador de la empresa “Timberlake, Wire & Novelty” que en 1903,  harto de que sus compañeros se quejasen de la falta de percheros en su puesto de trabajo cada día lluvioso o frío, decidió fabricarse una percha con un alambre que tenía a mano.

Pronto causó sensación en su oficina, algo que no pasó desapercibido para su jefe… quien patentó el invento y obtuvo pingües ganancias con un objeto que no fue ideado por él.

Con el paso del tiempo se fue perfeccionando, no sólo este tipo de percha (al que se le añadió una tira de cartón para evitar arrugas), sino las de madera también, llegando hasta los modelos actuales.

La expresión “quedarse para vestir santos” es utilizada cuando queremos hacer referencia a que un hombre o mujer (aunque históricamente se ha utilizado mucho más para ellas) no encuentra pareja y todo indica que se va a quedar soltero/a toda la vida.

El origen lo encontramos en la antigua costumbre de adecentar y limpiar los templos religiosos, sus figuras y todo lo que allí había por parte de las mujeres de los pueblos o ciudades.

Por lo general esta tarea la realizaban las mujeres de edad más avanzada (generalmente viudas con pocas cargas), y las que tenían cierta edad y estaban sin pareja, por lo que disponían de algo más de tiempo libre para dedicarlo a estos menesteres.

Es por ello que se empezó a utilizar la citada expresión para indicar que alguien se iba a quedar soltera para toda la vida, pues realmente eran las únicas que tenían tiempo para dedicar a estas labores, ya que las demás estaban ocupadas con las tareas de la casa, crianza de hijos, etc… (todo lo que antiguamente implicaba el ser mujer en una sociedad machista).

Si nos preguntan sobre el animal más venenoso del mundo, muchos de nosotros pensará en algún tipo de escorpión o de serpiente; pero realmente éste se encuentra en las costas de Australia y algunas zonas del Índico y el Pacífico.

Es una medusa que recibe el nombre de “Avispa de mar” o “Medusa de caja”, y que debido a su “coloración” (medio transparente, medio azulada) se mimetiza perfectamente con el color del mar, siendo casi imperceptible.

Además ha desarrollado una capacidad única en su especie, pues es capaz de moverse en una determinada dirección, algo que no hacen el resto de medusas, que se dejan arrastrar por las corrientes marinas.

Fuente: TydeNet.

Tiene unos tentáculos que cuando se dispone a cazar (se alimenta principalmente de peces, crustáceos y otras medusas) puede alargarlos hasta los tres metros de longitud, en los que dispone de alrededor de 5.000 puntos urticantes en cada uno.

Con 1,4 miligramos de su veneno puede matar a un ser humano, pues actúa sobre la piel, el sistema nervioso y el corazón; produciendo además un dolor tan tremendo que podría provocar que el bañista atacado entre en estado de shock y muera ahogado.

Su veneno es por tanto considerado uno de los más letales del reino animal.

Usamos la expresión “tumbarse a la bartola” cuando queremos hacer referencia a que alguien (o nosotros mismos) se dedica a holgazanear, a no hacer nada o simplemente a descansar.

El origen lo encontramos en el momento del final de la cosecha en el campo, que coincidía con la festividad de San Bartolomé (24 de Agosto), momento en el que las fiestas y el descanso invadían las poblaciones que con anterioridad habían trabajado duro en las tareas campesinas.

Comenzaba ahora por tanto un período de merecido asueto, aprovechado para recuperar fuerzas antes de que la siguiente cosecha tuviera que ser recogida.

A finales del siglo XIX se produce el “boom” de las bebidas gaseosas o carbonatadas, todo el mundo las empieza a consumir y a todos les encantan; pero surge un problema realmente importante: no existe una forma eficaz de conseguir cerrar la botella de una manera estanca, es decir, que no pierda gas; pues al perderlo, el sabor del producto se veía tremendamente mermado.

Aquí había un filón, pues quien consiguiese crear un sistema para cerrar las botellas y que no perdiesen gas, estaría ante el negocio de su vida.

Miles de patentes fueron creadas, pero ninguna se mostró tan efectiva como la que presentó William Painter, un inventor de origen irlandés que creó el “tapón corona” o chapa, patentándolo el 2 de febrero de 1892.

Pero no fue esto lo único que inventó, pues para cerrar estas chapas era necesario un aparato que también ideó… incluso otro utensilio para quitar las chapas, el abrechapas, que patentó casi dos años después, el 6 de febrero de 1894.

Ganó una fortuna con el invento, creó su propia empresa y pronto empezó a producir chapas para todo el mundo.

El hilo dental fue inventado por Levy Spear Parmly, un prestigioso dentista estadounidense, allá por el año 1815.

Spear gozó de fama debido a su “lucha” contra las caries y el mal aliento, tratando siempre de encontrar acertados remedios para que sus clientes tuviesen una buena higiene bucal.

En la época era común el uso de palillos de dientes y similares para intentar un mayor aseo de la boca, a lo que Spear quiso contribuir con su invento.

El único problema fue las dificultades que presentaba su uso no lo hicieron muy popular (no estaba muy bien visto el tener que introducir algunos dedos en la cavidad bucal para manipular el hilo dental, tampoco era muy fácil de cortar y se necesitaba un buen trozo del mismo en cada uso), aunque con el paso del tiempo fue ganando adeptos, siendo patentado por la compañía Johnson & Jonson en 1898.

Usamos la expresión “Se armó la de Dios es Cristo” para hacer referencia a que se ha desatado una pelea o una discusión en la que el alboroto es tal, que parece imposible llegar a un buen entendimiento de forma pacífica o sosegada.

Esta expresión tiene su origen en el Concilio de Nicea, celebrado entre el 20 de mayo y el 25 de julio del 325 d.C, convocado por el Emperador Constantino y presidido por el Obispo Osio de Córdoba.

En dicho Concilio se trataba de discutir sobre las 2 opiniones encontradas sobre la naturaleza humana y divina de Cristo.

De un lado estaba Arrio, que decía que Cristo era hijo de Dios, pero no Dios mismo (Presbítero de Alejandría que llevaba con esta idea desde el 318 d.C), apoyado por el prestigioso Eusebio de Nicomedia; por otro lado estaba la teoría de Alejandro (Obispo de Alejandría), representante de la “corriente oficial” que establecía que Cristo era verdadero hombre y también verdadero Dios, teniendo por tanto una doble naturaleza.

Al parecer el lío fue monumental, se produjeron peleas, riñas y lo más suave fueron las discusiones acaloradas… dando lugar a una expresión que ha llegado hasta nuestros días.

El concepto de “Séptimo Arte” para el cine fue creado por Riccioto Canudo, uno de los primeros críticos y teóricos del cine, a través de su obra “El manifiesto de las siete artes” que escribió en 1911 y fue publicado en 1914; en plena expansión europea del cinematógrafo, apenas 19 años después de que los hermanos Lumiere presentasen dicho invento en sociedad en el “Grand Café” del Boulevard des Capucines de París (1895).

Canudo consideraba el cine como un compendio perfecto de las 6 artes que se habían clasificado y se aceptaban hasta el momento: pintura, escultura, literatura, danza, música y arquitectura; era para él una recopilación total del arte, afirmando que “El cine es una unión de arte e industria, por ello es en sí un “producto”, pero que si es de calidad, es una obra de arte”.

Esta expresión fue cada vez haciéndose más famosa, hasta llegar a nuestros días y siendo de uso común para referirnos al cine de manera general.

Decimos que alguien está en Babia cuando se encuentra físicamente en un lugar pero mentalmente está pensando en otras cosas, está distraído, ausente.

También se usa para decir que una persona está “atontado”, pasmado.

Babia realmente existe y la encontramos en la provincia de León (España), siendo un lugar que en la Edad Media frecuentaban los reyes de León para descansar y olvidarse de los problemas de palacio durante algún tiempo.

En esta zona había buena caza y tranquilidad, de manera que cada vez que podían pasaban algún tiempo allí; por lo que si alguien acudía a palacio en busca de los reyes en una de estas épocas de relax se le contestaba que “estaban en Babia”, es decir, ausentes; tomando con el paso del tiempo el significado actual.

Cuando hacemos alusión a “Radio Macuto” nos referimos a que alguien está poniendo en circulación o lanzando indiscriminadamente un rumor malintencionado o no, pero que a buen seguro ni tiene un fundamento claro, ni una fuente fidedigna.

Parece ser que el origen se encuentra en la rima que era frecuente entre los soldados durante la guerra civil española que decía:

“Aquí Radio Macuto, mil paridas por minuto”.

Con la que hacían referencia a los rumores que circulaban de trinchera en trinchera, y de soldado en soldado, en ambos bandos acerca de los avances o retrocesos que iban sufriendo cada uno en el conflicto.

En algunos países americanos se usa también la expresión “Radio Pasillo” o "Radio Bemba”. 

Cuando mandamos al carajo a alguien, estamos diciéndole de una manera vulgar que nos deje tranquilo, que pare de molestar y se marche.

El carajo (además de la connotación sexual) era un cestillo o canastilla pequeña que se situaba en lo más alto del palo mayor de las embarcaciones, desde la que el vigía divisaba peligros, naves o tierra firme.

Era un lugar poco deseado por lo incómoda de la ubicación (lugar alto, estrecho, inestable y que se balanceaba mucho), pero principalmente por el mareo que generaba en los que allí estaban.

Para el capitán era por tanto un lugar socorrido para mandar a aquellos marineros que no cumplían con sus obligaciones o que cometían infracciones y debían ser castigados por ello, por lo que los mandaba al carajo y se olvidaba de ellos por un rato, además de que el castigado solía regresar mucho más dócil y diligente.

Las lentes bifocales son aquellas que nos permiten ver tanto de lejos como de cerca con los mismos cristales, pues el primer prototipo de este tipo de lentes se lo debemos a Benjamin Franklin; político, científico, inventor y pensador estadounidense que estaba tremendamente cansado de tener que cambiarse de lentes cada vez que quería leer algo.

Franklin pensó que una solución sería la de cortar por la mitad los cristales de sus dos tipos de gafas y ponerlos en unas monturas de manera que el que usaba para leer quedase en la parte inferior, por lo que no impediría su visión de lejos con el otro tipo de cristal.

De esta manera acababa de inventar la lente bifocal, hoy tan extendida y tan útil.

Por cierto, que no fue el único invento de Franklin, pues también ideó el pararrayos, entre otros muchos artilugios.

Usamos la expresión “estar en la gloria” cuando queremos decir que estamos fantásticamente en un sitio, que difícilmente podríamos mejorar esa sensación que tenemos en ese instante.

Parece ser que su origen está ligado a un sistema de calefacción romano que llegó hasta nuestros días (aunque en desuso desde hace algún tiempo y que ahora con la crisis se ha vuelto a utilizar) mediante el que se colocaba el tiro de la chimenea de una caldera (situada en el exterior de los hogares generalmente, aunque también en algunos lugares en el interior para hacer las funciones de horno en la cocina) de manera que pasase por debajo del suelo de casa, consiguiendo así que al circular el humo y el calor buscando su salida natural calentase algunas estancias de la casa al mismo tiempo, llamándose a este tipo de calefacción, “gloria”; y por tanto "estando en la gloria" y fantásticamente bien la persona que se encontraba en esa habitación bien calentita los fríos días de invierno.

No sabemos a ciencia cierta si el origen del nombre de la calefacción se debe a la gloria celestial cristiana, aunque parece lo más lógico.

Usamos la palabra rocambolesco para indicar que algo que ha sucedido es realmente difícil de creer, inverosímil, improbable o ilógico.

El origen lo encontramos en una serie de novelas que se publicaron por entregas en Francia entre 1857 y 1870, y que llegó a España por los años ´20 del siglo pasado.

Su autor fue Alexis Ponson de Terrail, quien describía las aventuras y desventuras de un joven pícaro que se transformó de ladrón a justiciero con el paso de los capítulos, unos capítulos en los que cada vez le pasaban cosas más “raras”.

Fue tan conocido que incluso llevaron al personaje al cine, series de televisión, relatos radiofónicos, etc…

En la actualidad el ratón del ordenador es algo común y normal, incluso muchas veces parece inconcebible la existencia del uno sin el otro.

Fue Douglas Engelbart el que inventó el ratón junto a su compañero Bill English, aunque el proceso fue tan sumamente largo que cuando lo perfeccionaron y pusieron a la venta apenas pudieron beneficiarse de los ingresos generados por el mismo debido a que la patente que habían sacado estaba a punto de caducar (1987).

Desde los años ´60 Engelbart estuvo trabajando en esta idea, presentándola en público en 1968 y patentándola en 1970.

El primer modelo era una carcasa de madera que cubría dos ruedas metálicas y recibía el nombre de “Indicador de posición X-Y para un dispositivo de pantalla”, de manera que el usuario del mismo podía mediante el movimiento del aparato con la mano trasladarse por la pantalla de su computadora.

No salió a la venta hasta 1981, pero su máxima fama la alcanzó en 1984, justo cuando se empieza a comercializar con los Macintosh de Apple.

Autor: Marcin Wichary.

Cuando alguien es demasiado molesto y nos lleva al límite de nuestra paciencia podemos mandarle a “hacer puñetas” para que nos deje en paz, pero… ¿sabemos realmente lo que estamos mandándole hacer?

Algunas fuente indican que lo que hacemos es mandarle a que se masturbe, por el uso coloquial de este término para esta finalidad que se daba en Portugal y ciertas zonas castellanas.

Aunque otras (más aceptadas) indican que su origen hace referencia a los puños bordados con numerosas filigranas y encajes que visten en la actualidad los jueces y magistrados principalmente (aunque hay otros trajes ceremoniales que también llevan estos adornos).

El hacer estos encajes no requería simplemente destreza con la aguja y el hilo, sino máxima concentración y especialmente mucho tiempo.

Se dice también que las principales “fábricas” de puñetas eran las cárceles y los monasterios, debido al tiempo que sus moradores pasarían entre los muros de ambos centros; por lo que sin duda, al mandar a alguien a “hacer puñetas” le instamos a que se aleje de nosotros por un tiempo considerable, para así ganar toda la paz y el sosiego que su presencia y actitud nos quita.

En la actualidad podemos sacar dinero de nuestra cuenta bancaria las 24 horas del día, los 365 días del año… pero hasta no hace mucho esto no era así; si querías sacar dinero de tu cuenta debías acudir a la oficina o sucursal de tu entidad bancaria en los horarios que estaban determinados y retirar la cantidad que desearas.

Esto hacía que si tenías un imprevisto y necesitabas dinero, era más que probable que no pudieses obtenerlo hasta pasadas unas horas o días si coincidía con algún festivo.

El primer inventor de algo parecido a un cajero automático fue Luther George Simijian, quien patentó el invento y lo presentó a algunas entidades bancarias en 1939 que le contestaron que no era un producto demandado, pues sus clientes preferían acudir a las ventanillas ordinarias.

No sería hasta casi 30 años después, concretamente hasta el 27 de Junio de 1967, cuando se instale por primera vez en una sucursal del banco Barclays en Londres.

El impulso que necesitaba se lo dio John Sheperd-Barron, un empleado de una fábrica de máquinas contadoras de dinero que se encontró un Sábado el banco cerrado justo cuando se disponía a sacar dinero para el resto de la semana; pues ése era el único día que podía hacer estas gestiones.

El mecanismo que ideó entonces se basaba en las máquinas dispensadoras de chocolatinas y  distaba mucho de ser cómodo, pues el cliente debía acudir a la oficina bancaria y retirar unos cheques de 10 libras (cantidad considerable para la época) cada uno; lo que hacía que no todos los clientes se pudieran beneficiar de dicho sistema.

En el momento de retirar el cheque la cantidad se le descontaba de la cuenta, y simplemente debían acudir al cajero cuando lo necesitasen e introducir el cheque acompañado de un número de 4 dígitos para que el dinero le fuera dispensado.

Este sistema irá evolucionando año a año hasta los actuales y modernos cajeros automáticos que podemos ver en todas las ciudades.

Los botones son esos tipos de elementos que usamos todos los días y a los que apenas prestamos atención… a no ser que se nos caigan y tengamos que volverlos a coser.

Se sabe que entre el 2.200 y el 2.000 a.C. ya se usaba algo similar a los botones, aunque no con la finalidad que le damos ahora, sino con carácter ornamental y hechos a base de pequeñas conchas y trozos de hueso.

El botón como lo conocemos actualmente nace alrededor del Siglo XIII en Alemania, al principio como elemento decorativo, aunque también se le dará un uso parecido al que le damos hoy día.

Digamos que servía como un elemento de distinción para las clases pudientes, un objeto que hablaba de ti, de lo que eras y de tus pretensiones….

Su uso se irá extendiendo, de manera que se cosían botones incluso en los pañuelos, lo que demuestra un uso desproporcionado de los mismos.

A mitad del Siglo XVIII empieza a generalizarse su uso como elemento de sujeción y a principios del Siglo XIX se extiende su uso al grueso de la sociedad; llegando hasta nuestros días a pesar del intento de sustituirlos por cremalleras, velcros, etc...

Cuando un/a niño/a muda un diente de leche, por lo general se apresura a dejarlo debajo de la almohada para que por la noche, cuando esté dormido/a, el ratón Pérez le haga una visita y se lo cambie por una moneda o algún regalo.

Pues el origen del ratón Pérez se lo debemos a tres personajes principalmente:

- El futuro Alfonso XIII a la edad de 8 años, que se agarra un monumental enfado acompañado de una pequeña “depresión” cuando se le cae uno de sus dientes (algo normal en un niño de su edad); lo que hace que unas veces vaya por Palacio tremendamente enfadado por tal circunstancia y otras como “alma en pena” pensando en la “desgracia” que ha sufrido.

- La madre de Alfonso XIII, la Reina María Cristina, que no soportaba ver a su hijo en ninguno de los anteriores estados descritos.

- El Padre Coloma, un jesuita y escritor jerezano, al que se le encarga por parte de la Reina la redacción de un cuento infantil que tenga como protagonista a su hijo, para que cambie su estado de ánimo y se sienta mejor.

El Padre Coloma, como no puede ser de otra manera, recoge el testigo lanzado por la Reina y se pone manos a la obra, creando en 1894 un cuento en el que Alfonso XIII conoce al ratón Pérez, quien le convierte también en ratoncito y le lleva a su casa; por cierto, una casa que es una caja de galletas situada en la afamada  confitería de Carlos Prast, en el número 8 de la Calle Arenal en Madrid; y a visitar la casa de otro niño, Gilito, que vive en la más absoluta pobreza (para darle el toque moralizante y que aprendiese el futuro monarca que habían otros niños como él que vivían en unas condiciones pésimas).

La primera edición impresa del cuento se publicará en 1904, siendo un clásico de la literatura infantil hasta nuestros días, llegando a ser trasladado al cine y la televisión en numerosas ocasiones.

Cuando decimos que “así se las ponían a Fernando VII” nos referimos a que alguien ha tenido infinidad de facilidades para llevar a cabo una acción, no encontrándose la más mínima complicación para conseguir su finalidad.

El origen lo encontramos en el monarca absolutista Fernando VII y en su desmedida afición por el juego del billar, una afición que le hacía jugar al mismo cada vez que podía, aunque con un pequeño problema… era tremendamente malo, no era capaz de meter casi ninguna bola.

Así las cosas, sus contrincantes con tal de agradar al monarca y caerles en gracia, procuraban perder siempre que jugaban contra Fernando, de manera que no solo fallaban golpes fáciles sino que además propiciaban que las bolas quedasen casi embocadas para que ni el rey pudiese fallar y así ganar la partida cómodamente.

De esta manera se aseguraban el buen humor del monarca si posteriormente debían hacerle algún tipo de solicitud.

"Retrato de Fernando VII", Francisco de Goya.

En la actualidad, que algún equipo o elemento tecnológico dure algún tiempo más allá de unos pocos años ya se considera un éxito, máxime cuando casi todos los productos están programados para dejar de funcionar al cabo de cierto tiempo o cierto número de usos (obsolescencia programada).

Por eso parece increíble que una bombilla lleve encendida de manera casi ininterrumpida más de 100 años, concretamente 112, los que nos llevan desde la actualidad hasta 1901, fecha en la que Shelby Electric Company de Ohio (Estados Unidos) la donó al cuartel de bomberos de Livermore en California.

La bombilla fue realizada en 1890 con una potencia de 60 watios, aunque hoy en día llega escasamente a 4 watios.

Solo se apagó durante 22 minutos en 1976 debido a que el cuartel de bomberos iba a cambiar de ubicación.

Un traslado de “alto riesgo” debido a que en cualquier momento la bombilla podía sufrir algún daño o desperfecto irreparable por su edad; aunque para minimizar los riesgos se construyó una caja especial en la que transportarla, además de que no se desenroscó por miedo a romperla, cortando los cables que unían el casquillo a la red eléctrica.

También estuvo apagada durante 10 horas el 20 de Mayo de 2013, debido a un fallo en los generadores.

Esta bombilla incandescente lleva por tanto casi 1.000.000 de horas funcionando, todo un hito si tenemos en cuenta que una bombilla de su categoría suele funcionar entre 750-1.500 horas, y que una de larga duración en la actualidad ronda las 10.000-20.000 horas en función de la clase bombilla y fabricante.

Parece ser que lo que la hace tan duradera es que tiene un filamento 8 veces más grueso de lo normal, y que está hecho de un material semiconductor (carbono).

Para que podamos comprobar que todavía no se ha fundido, se ha instalado una webcam frente a la bombilla, que transmite las 24 horas del día:

http://www.centennialbulb.org/cam.htm

Los carros de combate son unos vehículos pesados blindados y con armamento que se utilizan generalmente para tratar de romper las líneas enemigas en los enfrentamientos bélicos.

Son conocidos también como tanques, pero, ¿de dónde proviene ese término?

Durante la I Guerra Mundial los británicos estaban construyendo este artilugio en sus bases, pero debían guardar el mayor de los secretos sobre el mismo ya que era un vehículo que podría suponer una ventaja crucial y definitoria en el transcurso del conflicto.

Para evitar filtraciones y que los espías de las naciones enemigas se enterasen de sus planes decidieron mantenerlo en un secreto tan profundo que ni los operarios encargados de la construcción de los mismos sabrían que estaban haciendo realmente, pues se les dijo que estaban fabricando contenedores de agua móviles, es decir, tanques móviles de agua.

Parece ser que la persona que acuñó este término fue Albert Stern el 24 de diciembre de 1915, pues entre los nombres que se barajaban para llamar de manera secreta al vehículo se encontraba el de “Water Carrier” que se conocería como “WC” (retrete), algo que le parecía del todo inapropiado, sustituyéndolo por “Water Tank” y derivando en simplemente “tank”, la palabra inglesa para denominar al tanque.

Tanque británico.

Utilizamos la expresión “ser más chulo que un ocho” cuando queremos decir que alguien viste, habla o se comporta con cierta presunción, altivez o soberbia, pero no de una manera despectiva, sino desprendiendo cierto toque de carisma, elegancia y encanto.

Su origen se encuentra a principios del Siglo XX en la Comunidad de Madrid (España), donde los madrileños y madrileñas se vestían de chulapos y chulapas para celebrar la festividad de San Isidro Labrador, patrón de la misma.

La tradición decía que había que acudir a su ermita engalanados con los trajes típicos (que daban ese carisma y estilo característicos a los que lo portaban), para posteriormente merendar en la Pradera de San Isidro donde se celebraba una verbena en honor del santo.

Pradera de San Isidro en fiestas.

Para llegar a este lugar lo más fácil era tomar el tranvía, precisamente el número 8, que era el que más cerca dejaba a los pasajeros del lugar de encuentro.

De aquí viene esta frase, ya que no podía existir nada con más chulería que un tranvía cargado de chulapos y chulapas.

Hoy vamos a conocer el origen de un término relajante, la palabra Spa.

Por spa conocemos a los establecimientos donde se realizan todo tipo de terapias y tratamientos a través del uso del agua.

Respecto a su origen hay diversas teorías, siendo la más aceptada la que fija su origen en la ciudad del mismo nombre que se encuentra en Bélgica, y que fue un centro de relajación, encuentro y ocio para la élite de la sociedad europea del Siglo XVIII.

Esta ciudad fue famosa desde la época de los romanos (aparece citada en “Naturalis Historia” de Plinio el Viejo) por sus baños termales y sus excelentes fuentes naturales, lo que hizo de ella un centro de referencia por los beneficios de sus aguas.

Otros orígenes señalados nos llevan de nuevo al Imperio Romano y a la primera letra de cada palabra de las inscripciones “Salus per aquam”, “Sanum per aquam” o incluso "Sanitas per aquam", algo así como “salud a través del agua”, que conformarían la citada palabra.

Otras teorías dan credibilidad a la posibilidad de que proceda de la palabra latina “spargere”, que significa “derramar”; o al vocablo “espa” que significaría “fuente” en lengua valona antigua.

Sea como fuere, parece ser que la versión que más aceptación tiene es la que citamos en primer lugar, haciendo referencia al topónimo de la ciudad belga.

En el siguiente mapa puedes ver la ubicación de la fuente "Pierre-Le-Grand" en Spa (Bélgica), el manantial más famoso de la ciudad.

¿Sabes cuál es el país más feliz del mundo?

Existen 2 informes totalmente opuestos que nos lo cuenta, de un lado el que publica la “Red de soluciones de desarrollo sostenible” de las Naciones Unidas; y de otro lado el “Índice del Planeta Feliz” de la Fundación de Nuevos Economistas (NEF).

La tierra vista desde el espacio.

Fuente: www.muyinteresante.es

Según el informe de la  “Red de soluciones de desarrollo sostenible” de las Naciones Unidas la felicidad quedaría distribuida de la siguiente manera:

En el top 5 nos encontraríamos a los siguientes países:

1) Dinamarca (7693)

2) Noruega (7655)

3) Suiza (7650)

4) Holanda (7512)

5) Suecia (7480)

Mientras que los últimos de la lista serían:

152) Rwanda (3715)

153) Burundi (3706)

154) República Centroafricana (3623)

155) Benin (3528)

156) Togo (2936)

Para elaborar esta lista se tienen en cuenta criterios tales como la esperanza de vida al nacer, la libertad para la toma de decisiones, percepción de corrupción, generosidad, apoyos sociales y producto interior bruto per cápita.

¿Quieres ver donde se encuentra tu país en la lista?

Pincha en el siguiente enlace y mira las páginas 22, 23 y 24 del Informe:

http://unsdsn.org/files/2013/09/WorldHappinessReport2013_online.pdf

Mapamundi.

Fuente: www.picstopin.com

Por otra parte, el “Índice del Planeta Feliz”, que se realiza cada 3 años desde el 2006, arroja unos datos totalmente opuestos a los de las Naciones Unidas.

Entre los factores que utilizan para calcular el índice de felicidad se encuentran la esperanza de vida, la percepción subjetiva de la felicidad,  y la huella ecológica.

En 2012 destacan entre las 5 primeras:

1) Costa Rica (64.0)

2) Vietnam (60.4)

3) Colombia (59.8)

4) Belice (59.3)

5) El Salvador (58.9)

Las 5 últimas sin embargo son:

147) Malí (26.0)

148) República Centroafricana (25.3)

149) Qatar (25.2)

150) Chad (24.7)

151) Botswana (22.6)

Mapa con índice de felicidad por países y colores.

Los países en verde son los más felices, al contrario que los rojos.

El color gris se utiliza para la ausencia de datos.

Fuente: www.happyplanetindex.org

Todos los datos los puedes ver  en el siguiente enlace:

http://www.happyplanetindex.org/assets/hpi-data.xlsx

El origen de la expresión teatral “rómpete una pierna” es confuso, si bien hay 3 teorías que se aceptan con más o menos credibilidad, aunque una cosa es segura, es de origen anglosajón.

La primera de ellas nos lleva hasta la época de Shakespeare, cuando las representaciones teatrales se llevaban a cabo de manera gratuita, obteniendo los actores su recompensa una vez terminada la función.

Si ésta no había gustado recibían una lluvia de tomates y lechugas, en cambio, si había sido del agrado del público, la lluvia era de monedas.

De ahí el primer origen, del deseo de tener que agacharte tanto a recoger monedas que en esas flexiones rompieras la línea de la pierna (postura) las máximas veces posibles.

Representación de Shakespeare. Fotograma de la película "Anonymous".

Fuente: www.abc.es

El segundo origen hace referencia también al éxito de la obra, pero en este caso te deseaban que la rotura de la pierna viniese por las reverencias que harías en caso de que el público no parase de aplaudir; cuantos más aplausos mayor número de reverencias.

Reverencia.

Fuente:http:hielonegro.wordpress.com

Y la última ya no se refiere al actor o actriz que se encontraba en el escenario, sino que dirige su mirada hacia el telón.

Éste estaba sujeto por unos bastidores de madera, que en el caso de abrir y cerrar con mucha rapidez el telón, podrían romperse, rompiéndose en este caso las piernas del telón.

Lo que está claro es que el desear buena suerte no se lleva en el teatro, ya que todas las expresiones que desean lo mejor a los/as actores/actrices, son de éste tipo.

Telón de teatro.

Fuente: www.peroni.com

Hoy es domingo, día típico de fútbol por excelencia, y por eso vamos a ver el origen de la palabra cancerbero.

Cancerbero es uno de los muchos nombres con los que se llama a los guardametas, porteros o arqueros en el mundo del balompié.

Su origen es mitológico, pues el Can Cerbero (Kerberos para la mitología griega, Cerberos para la romana) era un perro infernal, con tres cabezas, ojos de color rojo sangre de los que salían una luz sobrenatural, cabezas de serpiente en su lomo y una cola también con forma de serpiente; cuya mordedura era letal, pues de sus colmillos brotaba un veneno negro mortal.

Su misión era vigilar la puerta del hades (infierno) para que los muertos no pudiesen escapar y los vivos no pudiesen entrar (en el caso de que quisieran rescatar a algún ser querido); por lo tanto conectaba el plano de los muertos con el de los vivos.

Era por tanto una criatura temible y terrorífica.

De aquí el nombre que reciben los porteros, pues son los guardianes de lo más preciado del fútbol, la portería que deben mantener a 0.

Sólo una cosa más, Hércules (Heracles para la mitología griega, Hércules para la romana) mediante el uso de la fuerza logró derrotarlo encadenándolo; al igual que Orfeo, que lo durmió con su música.

Representación del Can Cerbero.

Fuente: http://victorianmourning.forumfree.it

Al contrario de lo que podáis pensar, no es ni “Titanic”, ni “Lo que el viento se llevó”, ni ninguna por el estilo.

La película más larga de la historia se llama “Modern times forever” y dura nada más y nada menos que 14.400 minutos, si, 14.400 minutos, no me he equivocado al escribir.

De trata de una película experimental realizada por un grupo de artistas daneses denominados “superflex” y que se caracterizan por sus obras satíricas.

En esta película se puede ver el deterioro de un edificio con el paso del tiempo.

Se exhibió por primera vez en 2011 en una pantalla gigantesca de 40 x 40 metros frente al edificio Stora Enso, edificio que envejecían en su creación, situado en Helsinki (Finlandia).

Proyección de la película. Fuente: www.superflex.net

Aquí podéis ver un avance:

http://vimeo.com/31425835

Hoy vamos a bucear en el origen de una expresión un poco escatológica, “mucha mierda”.

Esta expresión es usada cuando queremos desear suerte a alguien en algo, y aunque siempre se ha asociado como una frase utilizada en el mundo del espectáculo, es muy frecuente su uso fuera de este ámbito.

Hay 2 orígenes más o menos similares y aceptados.

Por un lugar está el de que en la Edad Media los artistas ambulantes que iban de pueblo en pueblo o ciudad en ciudad, observaban en las entradas a éstos la cantidad de excremento que había, pues si había mucha cantidad significaba que había alguna feria o fiesta importante, y por tanto, mucha gente y público potencial para ver sus representaciones y así conseguir más dinero por las mismas.

Por otro lado está la creencia de que el origen se remonta al Siglo de Oro español, y más concretamente a los Corrales de comedia, donde se representaban las obras por parte de los artistas.

Al comienzo de la función siempre alguno de los artistas se asomaba a la puerta de entrada para comprobar cuanto excremento había, pues se asociaba que a mayor cantidad de excremento, mayor cantidad de carruajes habían parado en la puerta, y estos carruajes se traducían en espectadores pudientes que estaban presentes en la representación.

Esto era importante debido a que no se cobraba entrada por ver la obra, sino que el público al finalizar la misma arrojaba monedas al escenario, y cuanta más gente rica, mayores serían las ganancias.

Corral de comedias. Fuente: www.festivaldealmagro.com