¿Por qué no consumir bebidas azucaradas envasadas?
Es increíble que aún no tengamos claro, que el alto consumo de bebidas endulzadas (con azúcar, jarabe de maíz, fructosa natural, o edulcorantes artificiales,) son muy dañinos para nuestra salud.
Nuestro médico nos comenta que una de las causas del aumento de la obesidad en la población actual, es el excesivo consumo de bebidas azucaradas carbonatadas.
Hay un aumento en las enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon, mama, otros como problemas con la vesícula biliar, diabetes por mencionar algunas.
Es tan estrecha la relación de la obesidad con la ingesta de estas bebidas, que se puede ver rápidamente la mejoría eliminándolas.
Las bebidas que debemos evitar son las sodas/colas en general, tés embotellados, leches saborizadas, y todo tipo de aguas con sabor. Pero ¿por qué debemos eliminarlas? La respuesta es muy simple, porque llegaríamos a reducir el riesgo de problemas crónicos, aumento de obesidad y otros problemas de salud en el futuro. Debemos leer el contenido de las bebidas y conocer lo que nos estamos llevando a la boca.
El Dr. Gitanjali Singh le dijo al time Magazine:
“Nuestros resultados deberían presionar a los responsables políticos a hacer leyes más eficaces para reducir el consumo de las bebidas endulzadas, como impuestos, campañas en los medios de comunicación y reduciendo la disponibilidad de estas bebidas…Las personas deberían tomar menos bebidas endulzadas y animar a sus familias y amigos a hacer lo mismo.”
Estas bebidas, hacen tanto daño en la salud de la población, pero lo peor es que nos va enfermando silenciosamente y nadie toma cartas en el asunto.
Entendemos que hay mucha resistencia al abandonar este hábito no saludable y la siguiente pregunta sería ¿Y ahora qué bebemos?... Pues si recordamos los mayores de 30 años, podemos confirmar que no se bebían tanta sodas/colas, y que el agua era la primera opción o los refrescos elaborados de frutas naturales.
Nosotros los adultos, tenemos la responsabilidad de enseñar hábitos saludables a nuestros hijos e hijas y a nosotros mismos. Consultemos con nuestro médico o médica.
¡Cuidémonos y cuidemos a nuestra familia!