Defendiendo al rey con piezas. El caballo

El caballo es la pieza defensiva por excelencia, luego de moverse hacia la casilla f6, es el máximo defensor del monarca en el enroque, tal como se observa en el Diagrama 17.

Desde el escaque “f6” el caballo actúa de manera efectiva sobre el centro del tablero, y defiende la casilla h7, así como de un ataque directo en la columna “f” sobre el escaque “f7”. Si sucediera que no se puede ubicar el caballo en la casilla “f6” para defender al monarca, entonces, la sugerencia es que coloques a tu caballo en la casilla “f8”, ya que tiene el mismo efecto defensivo sobre el enroque, protege el escaque “h7” y puede también desarrollarse por las casillas “e6” y “g6”, tal como se observa en el Diagrama 18.

Ahora bien, es importante recalcar que estas son premisas generales, pero que el papel y posición de cada pieza en labores defensivas, vendrá determinada por la configuración de la posición y necesidades defensivas que requiera la protección del rey, es decir, las piezas se deben utilizar según lo ameriten las circunstancias en cada partida. Lo importante entonces es conocer las bondades defensivas que cada pieza nos puede ofrecer y saber aprovechar dicho potencial para la defensa general del monarca.

En términos generales, ya habrán notado que movilizar al caballo hacia otro punto que no sea “f6” o “f8” es y aun principio de debilitamiento del enroque, porque aleja a las piezas defensoras del rey, y esto también puede ser indicio de un ataque superficial a la posición del rey contrario. En el fútbol hay un principio que reza que “los equipos se construyen desde la defensa hasta el ataque”, es decir, que para conformar un buen equipo de fútbol, lo primero es concentrarse en el portero, los defensas, los medios defensivos, etc., para luego pensar en el ataque, y eso mismo se puede aplicar al ajedrez, no se pueden iniciar operaciones de ataque contra el bando rival, si tu rey no se encuentra a buen resguardo.