El valor de las piezas y su utilización en la estrategia ajedrecística(I)

Cuando iniciamos en el camino del ajedrez, una de nuestras tareas es familiarizarnos con el poder funcional de cada una de las piezas dentro del ajedrez. Sin este conocimiento será difícil juzgar una posición, y si los cambios le son ventajosos y cuáles debe evitar. Ahora bien, es importante señalar que en la actualidad las posiciones son dinámicas, y los puntajes que a continuación se establecerán no siempre son aplicables a todas las posiciones que se obtienen en el ajedrez.

Una de las maneras más usuales para valorizar las piezas es tomar el peón como la unidad, y calcular así, gradualmente, el valor del resto de las piezas. Veamos:

 

PIEZA

VALOR

Peón

1

Alfil o Caballo

3

Torre

5

Dama

9

Rey

Infinito

 

Como ya os imagináis, resulta difícil puntuar al Rey, porque esta pieza es un factor absoluto: cuando él sucumbe, el juego está perdido. Ahora bien, el ajedrecista debe tomar en cuenta que la conexión entre las piezas es un poco más complicada que los valores arriba señalados. Debemos tomar en cuenta que los valores aritméticos no pueden por sí solos expresar exactitud.

Por ejemplo, un jugador novel puede pasar mucho tiempo basándose en un sistema que prohíbe los cambios sobre una base de simple cálculo aritmético; pero un jugador experimentado sabe que éste método falla cuando se coteja una torre con una pieza menor; verbigracia, una pieza menor y dos peones equivalen a una torre, 3 + 2 = 5, pero la pareja de alfiles (3 + 3 = 6) tienen mayor efectividad que una torre y un peón (5 + 1 = 6), así también tres piezas menores (3 + 3 + 3 = 9) son casi tan fuertes como dos torres (5 + 5 = 10). 

Ojo, que toda esta valorización es abstracta, y un puede aplicarse a determinada posición en el ajedrez, ya que solo representa el valor promedio de las piezas individuales. Por lo tanto, el valor de las piezas es relativo, y todo depende del carácter de la posición, así como el material actual que haya sobre el tablero en una posición particular.

Veamos el ejemplo a continuación, en donde la poderosa torre se ve igualada por un caballo situado en el centro del tablero:

 

estrategia-ajedrez

 

En la posición del diagrama 7 las blancas estarían en ventaja si pudieran colocar en acción su torre contra el monarca negro, pero no pueden hacer lo ni por la columna “a” ni por la columna “f”. Veamos, si las blancas juegan:

1. Ta3

Otra opción es jugar 1. Td1, a lo que seguiría la variante siguiente: 1…Cf3 2. Tf1 e4 3. Td1 e3 ganando.

La partida podría continuar de la siguiente manera:

1... e4 2. Txa6 Cf3 3. Ta3 e3 (Amenazando Db1) 4. Tb3 e2,con posición claramente ganadora para las negras (ver diagrama 7 a)

 

estrategia-ajedrez

 

Con fundamento en lo anterior, puede afirmarse que en esta posición, el caballo es tan fuerte como la torre blanca, y como las negras tienen un peón de más como compensación por la pérdida de la calidad (torre vs. Caballo), bien puede afirmarse que las negras tienen cierta superioridad.

Analicemos otro ejemplo con el diagrama 8

 

estrategia-ajedrez

 

En el diagrama 8 muestra una posición en donde las piezas menores brinda a las blancas la superioridad en el tablero, aunque el cálculo puramente numérico, su oponente tiene ventaja material (dama y peón contra dos alfiles y caballo). El motivo de la superioridad del bando blanco radica en la falta de actividad de las piezas negras.

Además, las debilidades creadas por las jugadas b6 y g6 tendrían sus efectos sabiéndolos aprovechar. También, el peón aislado blanco de d4 no es tan débil como parecería, ya que desempeña un papel muy útil al detener el avance de los peones enemigos, tanto del flanco de rey como del flanco de dama.

Una lucha muy frecuente es la de dos torres contra dama, como se observa en el diagrama 9. En este caso la ventaja corresponde casi siempre a las torres. Para igualar fuerzas, la dama debe estar acompañada de un peón adicional para tener posibilidades de equilibrio. El poderío de las torres se aprecia mejor cuando se encuentran dobladas ya sea en la séptima u octava fila, u operando en columnas abiertas. Entonces se muestran las pocas opciones de la dama como pieza defensiva.

 

estrategia-ajedrez

 

Lo mejor para la dama lo constituyen aquellas posiciones en las que puede atacar los peones débiles o a un rey expuesto. También la dama tiene mayores perspectivas cuando su acción puede ser ayudada por otras piezas. Verbigracia, una dama y un alfil contra dos torres y un caballo, en una posición abierta, ofrece mejores oportunidades que una dama sola contra dos torres.

El motivo de ésta afirmación es que la dama y el alfil pueden coordinarse mejor el ataque a lo largo de una diagonal. Un punto y aparte merece la afirmación del ex campeón del mundo José Raúl Capablanca, quién afirmaba que “la acción conjunta de dama y caballo era superior a dama y cualquiera otra pieza, inclusive dama y una torre”.

El diagrama 9 presenta una agrupación de piezas en donde las negras tienen la ventaja por varios motivos. Una opción es la posibilidad de poder atacar los puntos débiles b4f2 y tal vez e4. Además, las torres blancas no se encuentran apoyadas entre sí y no pueden fácilmente comenzar a operar en la séptima u octava fila por la necesidad de defender sus puntos débiles. Aunado a lo anterior, el caballo que requiere defensa, no puede ser mantenido en la posición d5, ya que al situarse allí, sería pronto retirado por una defensa pasiva.

 

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