Pintura
Cumplía la misma función narrativa que los relieves. Se empleaba sobre todo en la decoración de las tumbas.
La técnica usada solía ser el temple, y los colores: negro, blanco, ocres, rojo, azul, verde y gris.
Los temas eran religiosos, bélicos, escenas de la vida cotidiana (segadores, sembradores, recolectores, barqueros, leñadores, pescadores) y jeroglíficos.
A la pintura se aplican las mismas leyes que a la escultura de frontalidad y perspectiva en el tratamiento del espacio y del cuerpo humano.
La representación de plantas, animales y elementos naturales es bastante realista (plumas, espigas, hojas).
Relieve y pintura van juntos y relacionados: aparecen en los mismos espacios, comparten temas y funciones. En muchas ocasiones se trata de relieves pintados.
A medida que se avanza hacia el Imperio Nuevo la pintura se va haciendo más intimista, las escenas son más cotidianas, se aprecia mucho la representación del cuerpo femenino y la naturaleza.
Se decoran superficies exteriores como los pilonos de los templos y aparece el tema del emperador sobre el carro de guerra (un héroe más que un dios).