El Siglo XX
Contexto y difusión
En el siglo XX el vidrio esta totalmente integrado en las artes, es utilizado en la creación de obras personales de los artistas vanguardistas. Por otro lado, se sigue manteniendo el uso tradicional de las vidrieras artesanales, la figura del artesano/artista creador de vidrieras y el oficio de restauración de las vidrieras antiguas.
La vidriera forma parte de la decoración de interiores y de la arquitectura de edificios civiles y viviendas.
Se multiplican los talleres que realizan encargos con vidrio. Es un material reconocido a nivel universal. Los proyectos se difunden culturalmente mediante revistas y libros especializados.
Durante la primera mitad del siglo XX conviven dos tendencias en el diseño de los vitrales, por un lado permanece la representación figurativa y pictórica, y por otro se comienza a difundir un estilo más abstracto.
Época de entreguerras
Los años posteriores a la Primera Guerra Mundial, hacia 1918, trajeron la revolución social y una grave depresión económica. No se pueden financiar grandes proyectos artísticos ni vítreos.
En Estados Unidos, se impone el estilo neogótico, junto a Inglaterra e Irlanda, donde emergen tendencias basadas en el estilo tradicional.
En el resto de Europa se desarrolla una lucha intelectual y estética por encontrar una salida a la tradición neoclásica de las vidrieras pictóricas eclesiásticas. En la búsqueda por este cambio influyen el simbolismo y la abstracción extendida en otras artes.
Época de Posguerra
A mediados del siglo XX, tras la Segunda Guerra Mundial, en muchos países de Europa es lamentable el estado del patrimonio cultural, incluyendo al arte del vitral.
Existe un espíritu constructivista de reintegración y restauración de las vidrieras de los edificios eclesiásticos y civiles.
Los artistas plásticos contemporáneos son los encargados de diseñar vitrales de corrientes artísticas más modernas, sustituyendo los restos de vitrales destruidos por los conflictos bélicos.