Renacimiento Italiano
Contexto
El siglo XV en Italia es un momento de gran esplendor artístico. La vidriera es dispuesta en edificios civiles y religiosos con una nueva estética renacentista que tiende a recuperar el estilo del pasado clásico.
Sobresalen los talleres de Florencia, aunque el prestigio se mantiene en las obras realizadas por los talleres flamencos.
Interés pictórico
La influencia de la pintura renacentista conduce a los maestros vidrieros a emplear técnicas más propias de la pintura. Los diseños son realizados por maestros procedentes de otras artes, como la pintura o la escultura.
La vidriera es considerada como soporte de la pintura mural, y la técnica del vitral queda relevada a su función práctica de montaje y sujeción de los vidrios.
Se tiende a utilizar vidrios incoloros o claros para la aplicación de la grisalla que permita el paso de la luz y a la vez, facilite la lectura visual del dibujo en el vidrio.
Destaca el escultor Lorenzo Ghiberti y el diseño de los tres ojos de buey que se encuentran en la fachada oeste de la Catedral de Florencia. El ojo de buey central destaca por el dinamismo de los ángeles que sostienen el vestido bordado de la Virgen, las otras dos vidrieras están dedicadas a San Esteban y San Lorenzo.
En la base de la cúpula de Brunelleschi se dispone ocho ojos de buey diseñados por Ghiberti, Ucello, Castano y Donatello.
Por otro lado, artistas como Perugino o Dominico Ghirlandaio, realizan diseños para vitrales en Iglesias. El primero en el Espíritu Santo; y el segundo en la iglesia de Santa María Novella.
Detalle de vidriera diseñada por Paolo Ucello.
(imagen de wikipedia)
Por otro lado, cabe destacar la Catedral de Milán, que alberga el mayor conjunto de vitrales de toda Europa.
Detalle de vidriera de la Catedral de Milán (S.XV).
(wikipedia, autor: Ulrich Mayring)