Dar esperanzas
Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas.
Debemos ser seres de paz y transmitir tranquilidad siempre y sobre todo cuando alguien viene a nosotros en busca de una palabra de aliento, de esperanza.
Dar esperanzas es una de las cosas más sencillas y buenas que podemos hacer, si impulsamos a otro ser es posible que nuestras palabras sean las que le animen a seguir adelante.
Si alguien viene a ti, recuerda, que nunca se vaya con las manos vacías; la vida nos permite en este momento ser un medio de paz. Permítete ser esa palabra de esperanza, abre tu corazón y deja que a través de tu consejo o de tu abrazo encuentre la paz y la serenidad que necesita.