I. Revelación. "Dios"
La Revelación. "Dios"
Estamos acostumbrados a pensar que la teología se da, o se crea, en ambientes académicos, con profesores viejos. Libros, libros y libros. Muchos muebles de madera. Nada más lejos de la verdad.
La teología siempre fue algo vital. Que le pasa, o le llega, a personas reales. Los conceptos teológicos no se dan en un vacío. Se dan en una situación, una vivencia. Y como todos somos personas, todos desarrollamos una "teología", una respuesta a esas urgencias vitales.
Los conceptos teológicos no se dan en un vacío. Se dan en una situación, una vivencia.
Las urgencias pueden ser ignoradas, por un tiempo. Pero en ocasiones se nos imponen de forma absoluta y no nos dan escapatoria. Como las tormentas.
Cuando llegan las tormentas, cuando las urgencias son imposibles de ignorar, es cuando surge la necesidad de hallar refugio.
Hay dos ideas acerca de cómo llegar a Dios, a cómo obtener la revelación (y hallar ese necesitado refugio): La revelación natural y la revelación especial.
La Revelación Natural.
Muchos creen que una necesidad necesariamente implica una posibilidad. Es decir que si necesito algo, entonces automáticamente puedo obtenerlo. Se supone que somos buscadores, exploradores, que ya hay algún tipo de luz dentro nuestro.
Esto suena halagador, pero vamos a ponerlo de esta manera: "¿Y si viene otro y me dice qué es lo que hay que hacer?". Ya no me siento tan halagado. Ahora se supone que no sé, no puedo, que necesito de un guía, de alguien que sabe y que sí puede.
Seguimos en una maraña de opiniones. Provisorias, discutibles. A los problemas que ya hay, le sumamos el de la veracidad, el de la autoridad, del poder.
En definitiva estamos ciegos, no sabemos dónde hallar ese refugio.
La Revelación Especial.
Hay otra posibilidad. No desde nuestro lado, donde no sabemos, no podemos y no nos ponemos de acuerdo.
La posibilidad de que haya Alguien. Entiéndase bien: no alguien, sino Alguien, con mayúscula.
Eso cambia la situación. Cambia el juego. Porque ese Alguien no es ni más ni menos que Dios. Alguien que sabe, que puede y que quiere. Alguien que está, que está presente. Y no está callado.
Tal vez este vídeo te ayude a verlo, a ver nuestra necesidad y nuestros juegos que nos distraen:
Este es el concepto de "Revelación". El silencio se rompe. Hay una presencia, una voz. Y esa voz, esa presencia, es distinta: poderosa, veraz, buena, interesada en hacerse conocer, en dar su Palabra.
En la lección siguiente veremos cómo es que nos puede llegar esa voz.