El habla
La comunicación es una herramienta fundamental en la integración social y en el desempeño de las relaciones humanas. Para llevar a cabo una comunicación adecuada, es necesario expresar con claridad y sencillez el mensaje que queramos emitir y que el receptor del mismo lo interprete adecuadamente.
Para la mejora de dicha comunicación o locución del mensaje debemos empezar por corregir una parte imprescindible de la oratoria: El habla.
El habla es la base de toda comunicación. Entendemos por habla el uso particular que cada persona hace de la lengua, sin embargo, independientemente del dialecto o acento de cada zona, la correcta utilización de la misma depende por completo del uso que cada persona le otorgue a su correcto empleo.
Para ello, debe presentarse especial atención a una de las reglas esenciales del correcto uso del habla, la vocalización:
La vocalización hace referencia a la suficiente apertura de la boca que permite pronunciar con suficiente claridad cada uno de los sonidos que componen nuestra lengua.
Para garantizar una correcta vocalización de la lengua debemos esforzarnos en leer por completo la palabra sin saltarnos ninguna terminación, así como, pronunciar con especial interés cada una de las letras que componen el enunciado.
Ejemplo:
La variedad de colores de esta casa es impresionante.
En esta frase es importante pronunciar con especial interés las consonantes señaladas, que suelen en muchos casos pronunciarse de forma leve o moderada, evitando con ello un correcto uso del lenguaje.
La variedad de colores de esta casa es impresionante.
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta son las sinalefas. Entendemos por sinalefa al enlace de sílabas que hace que cuando una palabra termine en vocal y la siguiente comience por vocal, unamos ambas, de manera que se produzca un único sonido, haciendo por lo tanto un mal uso del habla.
La variedad de colores de esta casa es impresionante.
(Deben pronunciarse ambas vocales de cada una de las palabras)
Seguidamente a la vocalización de todos los sonidos del enunciado y al ejercicio de evitar sinalefas, debemos mantener un tono, ritmo y velocidad adecuada que completen la correcta locución y transmisión del mensaje emitido.