El silencio
Existe un elemento de comunicación fundamental en todo el proceso comunicativo: el silencio. En la comunicación, el silencio actúa como un arma muy valiosa que aporta importantes significados al mensaje.
Aparentemente pensamos que el mensaje que emitimos está compuesto de palabras y de expresiones (comunicación gestual), sin embargo es el silencio el que determina en muchas ocasiones el significado de dicho mensaje. A continuación, pueden observarse algunas de las influencias del uso del silencio en la comunicación:
- Marca el principio y el fin de una conversación o de un discurso.
- Permite recoger la información y proporciona tiempo para asimilarla.
- Crea un espacio de diálogo y reflexión.
- Aprueba o niega ciertas conductas o mensajes.
- Intencionalidad dramática.
Una de las características más importantes del silencio en la comunicación, es su carga valorativa, es decir, en ocasiones el silencio significa o expresa más que cualquier palabra empleada.
Ejemplo:
(Emisor): ¿Fuiste tú?
(Receptor): silencio
Por lo tanto, el silencio tiene una carga significativa determinante en la comunicación, por ello, debemos realizar dichos silencios de forma correcta, empleándolos con la carga significativa que queramos aportar al mensaje que emitimos.
Pueden distinguirse dos tipos de silencios:
- Silencio objetivo: ausencia de ruido.
- Silencio subjetivo: empleado con intencionalidad para expresar un estado de ánimo o significado concreto.
El primero de ellos, aparentemente de menor importancia, es decisivo, ya que sin el silencio como mera ausencia de ruido la comunicación sería caótica.
Ejemplo:
Imaginemos una canción o un discurso sin silencios (excesivamente rápida/o, no entendible y caótica/o).