La disculpa
Ante la locución de un mensaje público cabe la posibilidad de cometer un error. Del mismo modo un debate con más participantes puede dar lugar a que el orador ofenda a otro miembro o incluso a un sector del público con alguno de sus mensajes.
Ante esto es importante: reconocer el error y pedir disculpas. Esta tarea, fácil a simple vista, puede en ocasiones ser costosa, sin embargo resulta mucho más positivo y más valorado por los demás asumir la responsabilidad de las palabras y reconocer públicamente el error. Dicha disculpa genera mayor credibilidad del orador y empatía con el público como señal de humildad y autocrítica del emisor.
Es importante que el orador acepte con naturalidad el ejercicio de su disculpa sin que ello le haga sentir inferior o rompa la armonía de su discurso. Tras realizarla, el locutor debe continuar con su mensaje de forma tranquila y armónica, y con la misma energía y actitud positiva previa al error cometido.
Indicaciones para realizar una disculpa adecuada:
- Habla en primera persona asumiendo el error.
- Sé directo, evita dar rodeos.
- Explica lo ocurrido pero evita dar excusas.
- Lamenta lo ocurrido.
- Controla no excederte en el tiempo.
- Termina corrigiendo tu actitud futura. Emplea para ello frases del tipo: “No volverá a ocurrir”, “Pondré de mi parte para que no vuelva a suceder”.
Realizar de forma natural la disculpa definirá al orador como un gran profesional que asume sus errores y que no evita empatizar con el público y demás miembros del discurso.