Comunicación verbal
La comunicación verbal se puede dar de dos formas:
Comunicación oral: este tipo de comunicación se da a través de signos orales y palabras habladas, es decir se da mediante el lenguaje.
Comunicación escrita: es la comunicación que se da a través de la escritura o mensaje.
Para el tema que nos ocupa en este curso, nos centraremos en la comunicación oral como base de la comunicación que está presente en las presentaciones.
Algunas de las pautas a seguir para dominar la comunicación verbal son:
- Para que la presentación sea eficaz deberemos emplear un lenguaje adaptado a la audiencia a la que nos dirigimos.Para ello, deberemos tener en cuenta factores como la edad, el nivel cultural, el sector profesional o el tipo de contenido que presentemos.
- No deberemos emplear jerga técnica o palabras y tecnicismos propios de nuestra compañía. Por ejemplo, en el caso de un informático que haga una presentación destinada al conocimiento a nivel de usuario de programa informático deberá omitir lenguaje técnico que la audiencia desconozca y centrarse en la parte práctica del programa a usar.
- Antes de empezar con la presentación, deberemos fijar y tener claro el mensaje que queremos transmitir y una vez transmitido deberemos comprobar si la audiencia lo ha entendido. Los resúmenes finales o preguntas del tipos ¿alguna duda? o ¿todo claro hasta el momento? nos ayudará a reforzar la comprensión del tema.
- Para transmitir el mensaje mediante la comunicación oral podremos apoyar nuestra presentación con ilustraciones, testimonios, comparaciones, estadísticas y un sin fin de apoyos visuales.
- Deberemos ser breves y concisos en nuestras explicaciones, dar mensajes claros y no mezclar temáticas. Un breve resumen de la presentación al principio puede ayudar a la audiencia a tener una idea clara de cual va a ser el mensaje.
- Es muy importante promover la participación. Lo podemos hacer de manera activa mediante preguntas directas o dinámicas de grupo o de manera pasiva mediante retórica o descripción de escenarios.
- El sentido del humor en algunos casos es un aliado para mantener la atención de la audiencia y hacer la presentación más dinámica, sin embargo deberemos cuidar este aspecto sabiendo a qué público nos estamos dirigiendo, sin abusar en exceso de este recurso y hacerlo de manera natural.