Esquematiza
Una vez que ya has leído, identificado ideas clave y subrayado, te voy a enseñar otra de las técnicas de estudio más poderosas: los esquemas. Esquematizar consiste en organizar las ideas en una estructura diferente al texto base. Y para esto vas a necesitar tu cuaderno.
Los pasos anteriores ya te habrán servido para reconocer la información importante; ahora debes ordenarla siguiendo un criterio concreto. Según sea el tipo de información que quieras esquematizar, el criterio a seguir será diferente. Y para cada criterio habrá un esquema apropiado. Una característica común a todos los esquemas es que debes escribir sólo palabras o expresiones muy cortas; la idea es sintetizar la información y hacerla visual. A continuación, te voy a enseñar los tipos de esquemas más habituales y útiles para tu estudio.
Línea Temporal
Este tipo de esquema es muy habitual cuando lo que quieres es organizar contenidos históricos. Es muy útil en la asignatura de Historia... y también para resumir esas primeras páginas de cada tema de Biología, Física o Química, en la que te cuentan los descubrimientos importantes en el desarrollo de la ciencia.
En este caso vas a usar un criterio cronológico para organizar la información. Simplemente consiste en ordenar sobre una flecha, de más antiguas a más recientes, fechas o años con sus correspondientes sucesos a destacar. En este esquema no existe una relación entre los eventos; es sólo una sucesión.
Esquema Lineal
Este esquema es muy práctico para organizar información que está en varios niveles de jerarquía; es decir, grupos de conceptos que a su vez contienen subgrupos, y así sucesivamente. El ejemplo más claro es el índice o tabla de contenidos de un libro.
Lo que haces aquí es enumerar cada grupo, y darles otra categoría de enumeración a sus subgrupos. Puedes usar literalmente números, "1, 2, 3..." para los nombres de los grupos; y los nombres de los subgrupos quedarían ordenados así: "1.1, 1.2, 1.3..." y "2.1, 2.2, 2.3..."; si hay subgrupos más pequeños, puedes seguir añadiendo de la siguiente manera: "1.1.1, 1.1.2, 1.1.3..." y "1.2.1, 1.2.2..." y "2.1.1, 2.1.2...", por ejemplo. Pero también puedes usar números romanos, letras, símbolos o lo que prefieras.
El esquema lineal es preferible cuando se trata de clasificaciones de términos muy extensas, que puedan ocupar más de una página, porque sólo tienes que continuar con la numeración en la página siguiente. En general, es poco probable que necesites un esquema lineal en secundaria o bachillerato, porque el contenido que tienes que estudiar no es demasiado extenso y el aspecto de este tipo de esquema es muy poco atractivo de cara al estudio. Pero puedes usarlo al principio, para entrenar tu habilidad de esquematizar.
Existe una variante del esquema lineal: el esquema de columnas. Éste es muy usado por los estudiantes universitarios, así que aunque ahora no lo necesites, está bien que lo vayas conociendo un poco. En este caso, en lugar de sólo escribir, enumerar y clasificar términos concretos, añadimos descripciones y explicaciones de cada uno.
Cuadros
En los cuadros tienes que sintetizar la información, como su propio nombre indica, en esquemas en forma de tabla. Puedes hacer diferentes tipos de cuadros, dependiendo lo que busques sintetizar; los tipos más habituales son:
- Cuadro Sinóptico. Vas a usar este esquema cuando necesites destacar varias características diferentes de un solo concepto. Supongamos, por ejemplo, que debes categorizar un régimen de un determinado momento histórico; puedes poner en diferentes columnas información sobre características políticas, económicas y sociales.
- Cuadro Comparativo. Este esquema te va a resultar muy útil cuando lo que necesites sea destacar similitudes y diferencias entre dos o más conceptos. Si, por ejemplo, debes comparar características entre plantas, animales y hongos, puedes poner esos grupos de seres vivos en la columna de la izquierda; en la fila de arriba puedes poner características como nivel de organización celular, tipo de célula, forma de nutrición y forma de reproducción; a continuación vas completando todas las celdas con la información correspondiente.
Esquemas Gráficos
Como su nombre indica, los esquemas gráficos se caracterizan porque nos dan una muy buena imagen visual de toda la información. Existe una gran variedad de estos esquemas; y como siempre, en función de lo que necesites, podrás elegir.
Diagrama de Conjuntos, Diagrama de Llaves y Diagrama de Flechas
Estos tipos de esquemas, al igual que el esquema lineal, sirven para organizar conceptos que se clasifican en grupos y subgrupos. La ventaja de estos tres sobre el primero es que son más atractivos visualmente. Su inconveniente es que se saturan si hay gran cantidad de información. Sin embargo, en secundaria y bachillerato no hay tal cantidad de información, así que te pueden resultar muy prácticos. Además, con ellos puedes ver toda la información sintetizada y organizada con un vistazo rápido.
Los diagramas de conjuntos fueron muy famosos hace varias décadas, cuando surgió la teoría de conjuntos. Actualmente han perdido mucho auge, pero siguen siendo muy útiles para organizar contenidos de manera jerárquica. Consisten en globos que representan grupos, que a su vez contienen en su interior otros globos que representan subgrupos. Una ventaja de los diagramas de conjuntos sobre todos los demás esquemas, es que puedes hacer una intersección entre varios globos, e introducir en ella los elementos que compartan características de varios grupos.
Los diagramas de llaves y los diagramas de flechas se basan en la misma idea y siguen el mismo método. La diferencia es visual: mientras que en el primero usarás una llave para englobar a los componentes de un grupo, mientras que en el segundo, usarás en cada grupo tantas flechas como elementos haya dentro de él. Esta pequeña diferencia puede suponer una ventaja para el diagrama de flechas, ya que puedes usar el número de flechas en cada grupo como pista para recordar los elementos que lo componen.
Mapa Conceptual
Este esquema es de los más complejos. Lo vas a usar para hacer una sinopsis de todos los componentes e interacciones de un tema específico. Hacer un mapa conceptual no sólo te va a ayudar a organizar la información, sino que es una potente herramienta para asimilarla. Al realizarlo, te verás en la obligación de empaparte de los contenidos, sus significados y sus relaciones, de modo que estarás aprendiendo de forma significativa y activa.
Empezarás por arriba representando una caja en la que escribas el tema general sobre el que harás el mapa conceptual. A partir de ahí, irás derivando contenidos de ese tema que escribirás en otras cajas, en varios niveles hacia abajo. Puesto que es un esquema jerarquizado, las categorías inferiores deben ir en cajas más pequeñas.
Unos elementos muy importantes en este tipo de esquema, que suponen una novedad con respecto a los anteriores, son las palabras enlace. Se trata de cortas expresiones que se usan para conectar los conceptos de las cajas, dando además una sintaxis. Sirven como enlace expresiones como "está formado por", "sirve para", etc.
Diagrama de flujo
Este tipo de esquema, también llamado flujograma y diagrama de actividades, te ayudará mucho cuando necesites representar procesos. Es estéticamente muy parecido al mapa conceptual, con la diferencia de que aquí no se representan componentes y relaciones, sino acciones. Asimismo, los diferentes niveles no representan niveles de jerarquía, sino pasos a seguir en un procedimiento. Es muy habitual en asignaturas como Informática, Psicología, y para representar las rutas metabólicas en Biología.
Clave Dicotómica
Este esquema es muy útil para distinguir entre elementos que están clasificados en varios niveles jerárquicos. El funcionamiento es muy parecido al del diagrama de flujo, pero en cada paso del diagrama se pueden seguir dos caminos, no más y no menos, y cada camino excluye cualquier otra posibilidad, hasta llegar al final. Difícilmente la necesitarás en secundaria o bachillerato, así que no merece la pena detenernos mucho en ella.
Dibujos
Otra forma de sintetizar la información es usar dibujos. A veces un esquema se te puede quedar corto para representar la información que estás estudiando.
Gráficas
Las gráficas son un recurso muy útil para representar y comparar valores. No va a ser necesario que hagas tus propias gráficas para estudiar, porque en tus libros encontrarás muchas; pero es importante que no te olvides de ellas cuando estudies. Cuando veas una, préstale atención, ya que su mensaje es muy claro.
Mapas
En asignaturas como Ciencias Naturales, Geografía e Historia es muy práctico usar mapas. Además de contener la información que necesitas, también podrás ubicarla. Se suelen usar diferentes colores para representar, por ejemplo, la extensión o avance de un imperio, en Historia, y se pueden añadir símbolos para ubicar localizaciones de ciudades relevantes o eventos históricos. En Ciencias Naturales y Geografía, se suelen añadir símbolos para ubicar por ejemplo ciudades, yacimientos de recursos naturales, actividad industrial, etc. Con frecuencia te encontrarás estos mapas en los libros, pero hacerlos a mano te puede ayudar bastante a fijar la información mientras los elaboras.
Modelos
Los modelos son literalmente dibujos que representan gráficamente una idea mental. Aquí puedes emplear tu propio estilo; no hay reglas. Algunos ejemplos que seguro que has visto son las representaciones de los diferentes modelos atómicos en Química, los órganos del cuerpo humano en Biología, y la estructura de un volcán en Geología. La ventaja de esta forma de esquematizar es que además de información, tienes una imagen del tema que estás estudiando.
Mapa Mental
Este tipo de esquema merece mención aparte; es uno de los más eficaces para sintetizar y estudiar la información, porque combina las ventajas y los métodos del mapa conceptual y de los modelos. Para hacer un mapa mental, deberás seguir los siguientes pasos:
- Escribe una palabra o concepto como idea central.
- En torno a ella, haz varios dibujos o coloca imágenes que se relacionen con la idea central. Debes conectar cada imagen con la idea central usando colores diferentes.
- En torno a cada uno de esos dibujos, haz varios dibujos derivados, que se relacionen con los anteriores. Continúa las conexiones de los dibujos derivados usando los mismos colores que habías elegido en el paso previo.
- Así sucesivamente.
Las imágenes contienen más complejidad que las palabras. Al mantener las imágenes, mantendrás más información plasmada en el esquema. Puesto que el mapa mental tiene más imágenes que palabras, el esquema será más limpio, y más fácil de reconocer y recordar, ya que estarás usando tu memoria visual.
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