Planificación del cambio
Siempre que se quiera hacer una obra, debemos planificar, a veces incluso con una planificación exhaustiva, tenemos problemas.
Debemos enfocar el proyecto con orden y método, el proceso se desarrollara de forma gradual, conforme se estudian las necesidades, se recolecta la información y se evalúan las opciones posibles.
Lo más importante a la hora de la planificación, es tener un presupuesto aceptable con el que se pueda hacer frente a todos los gastos que se avecinan.
Una vez establecida la cantidad, debemos calcular los costes de toda la obra que queremos realizar, debemos averiguar los precios del mercado, se pueden ahorrar gastos si compramos directamente algunos materiales, pero lo que si debemos hacer, es pedir varios presupuestos a diferentes profesionales, asegurándonos que incluyan la mano de obra, pequeños extras que pueden ser decisivos en nuestra planificación.
Los interioristas estamos acostumbrados a pensar en forma tridimensional para crear nuevos espacios, esta habilidad se obtiene con la práctica, así se puede enfocar el proyecto de mejor manera y mayor calidad.
Normalmente las viviendas antiguas tienden a agrupar estancias dedicadas cada una a una actividad diferente, dispuestas en torno a un pasillo, escalera o rellano, este tipo de viviendas resultan desfavorables si se desea lograr una mayor flexibilidad.
Por otra parte el fenómeno loft, espacios abiertos, necesita de mucho más mantenimiento, mejoras de sistemas de calefacción, se ha necesitado tiempo para poder saber que finalmente se necesita un equilibrio entre intimidad y relación social.
Si eliminamos todas las divisiones interiores entre las estancias, lograremos un espacio de amplias proporciones, diferente, moderno…pero no se estará a gusto en el, no existirá un lugar tranquilo y recogido para poder relajarse con la lectura, por ejemplo.
Estos espacios totalmente abiertos corren el peligro de ser ruidosos, desordenados y finalmente aburren.
Pasa igual al tener espacios totalmente cerrados, con multitud de habitaciones, por ello el equilibrio sería tener intimidad en dormitorios, zonas de aseo y espacio abierto en zona de día, cocina, comedor y estar, aunque es conveniente si se tiene espacio, tener un área más reservado para un estudio, una zona algo privada en la que se pueda trabajar o entablar una conversación tranquila.
En este plano vemos que está unida la cocina al comedor, aunque separamos los ambientes con una chimenea.