La atención
La atención es la capacidad que tenemos para seleccionar la información importante y suprimir lo que no nos sirve. Existen dos tipos de atención: espontánea y voluntaria.
-Atención espontánea:- Cambia según los estímulos que recibe del exterior. Este tipo de atención es un sistema de alerta que está relacionado con la supervivencia del ser humano y requiere muy poco esfuerzo.
-Atención voluntaria:- Cuando tomamos consciencia del esfuerzo que realizamos para mantenernos enfocados en un estímulo específico. Este tipo de atención es la que necesitamos para estudiar y requiere un gasto de energía alto.
La información que recibimos es filtrada para proteger al cerebro de una sobrecarga de información, poniendo atención sólo a aquella que considera importante para la supervivencia, relevante o que despierta emociones.
Hay un primer filtro que atraviesa todo estimulo que llega del exterior y que es captado por el cerebro. Este se encuentra en el tronco cerebral donde se hallan un grupo de núcleos llamados Sistema Activador Reticular Ascendente o SARA.
En la atención intervienen tres circuitos neuronales: el estado de alerta, la orientación y la atención ejecutiva.
Estado de alerta.- Cuando hablamos de estado de alerta nos referimos a qué tan despierto está el/la alumno/a en clase, y ya sea que se esté durmiendo o que se mueva incansablemente, se trata de estados de alerta y no de atención.
Orientación.- Las personas recibimos la información del medio ambiente a través de los sentidos y son tantos los estímulos que percibimos, que es preciso esforzarnos para orientar nuestra atención hacia el estímulo apropiado.
Si el/la alumno/a está mirando por la ventana o escuchando a su compañero, la dificultad está en la orientación, no en la atención.
La atención se da cuando se está alerto/a y orientado/a hacia el objeto de aprendizaje requerido.
Atención ejecutiva.-Regula una diversidad de redes, como la información que vienen de los sentidos y las respuestas emocionales.
Es la que se encarga de planificar, juzgar, anticiparse a consecuencias.
Esta atención nos permite ir más allá del impulso, entender información abstracta y ser capaces de planificar el futuro. Su función es importante para muchas de las habilidades propias del aprendizaje.
Como hemos visto, la atención es una combinación de tres circuitos neuronales denominados estado de alerta, orientación y atención ejecutiva.
Cuando observamos a un niño adormilado, no suficientemente despierto o tan despierto que salta y corre por la clase, nos referimos al estado de alerta y buscaremos soluciones a este nivel.
Si se trata de que los alumnos se distraen por los innumerables estímulos sensoriales que perciben a su alrededor, en vez de escuchar las instrucciones o manipular el material que les hemos proporcionado, estamos hablando de orientación.
La percepción es la base de todo aprendizaje, mas no basta con percibir, sino que necesitamos orientarnos hacia el estímulo adecuado, por lo tanto, si el problema es que un niño se distrae con lo que ocurre tras la ventana y no con lo que le presenta el maestro, debemos plantearnos soluciones para orientar la percepción del niño.
Un alumno está atento cuando se encuentra alerta y orientado hacia el estímulo que presentamos, y si aún así no puede resolver un problema o responder a una pregunta, se trata de atención ejecutiva.
Es de conocimiento general que en los últimos años se ha observado que los niveles de atención han disminuido considerablemente en l@s escolares, y esto se debe a diversos factores como son: familiares, sociales, emocionales, actitudinales, de hábitos de descanso, sueño y nutrición, entre otros.
Este déficit en la atención está perjudicando en gran medida la calidad del aprendizaje, por lo que al final de este curso daremos pautas para conseguir la atención de nuestros alumnos basándonos en los descubrimientos de la neurociencia.
