Escucha activa
La escucha activa es la habilidad para centrarse totalmente en lo que el cliente dice y entender lo que desea, de forma que escucha sin prejuicios, asegurándose de que entiende todo lo que le dice.
Mantener una conversación es fácil, a veces interrumpimos una conversación, nos fijamos en otras cosas a la vez, pero lo difícil es estar escuchando totalmente y demostrando que estamos escuchando. Esta es la competencia que tiene que tener un buen coach.
Para desarrollar la escucha activa hay poner en práctica lo siguiente:
- No interrumpir a quien esté hablando.
- Responder con las mismas palabras que la otra persona te ha dicho, esto demuestra entendimiento.
- Contestar a veces con preguntas que transmitan interés en lo que te están contando, por ejemplo, ¿de verdad? ¿cómo lo has hecho?
- Intentar ponerse en la situación de la otra persona para entenderlo, hay que ser empático.
- Mantener el contacto visual con la otra persona es importante, esto transmite interés en lo que está contando.
El proceso de escucha activa consta de varias acciones: preparación, fijar la posición y la mirada, hacer que el interlocutor sienta que lo estamos escuchando, hacer hincapié en el lenguaje no verbal, obtener las principales ideas de lo que nos cuentan y retroalimentar.