El coaching y la responsabilidad personal
En este sentido siempre es posible plantear un objetivo concreto que fomente la autonomía personal. A través del coaching se genera responsabilidad en cada persona.
Cuando a través del coaching se enseñan por ejemplo normas, es interesante plantearlas a través del debate, aplicando el propio coaching, puesto que de esa forma las personas que reciben la información pueden extraer y acordar las mismas incluso explicándose ellos mismos el valor de cada una con una mínima intervención del coach.
Por otra parte, nunca hay que subestimarse el valor de la elección y de la responsabilidad personal en términos de motivación.
Poniendo como ejemplo las cifras de objetivo en una empresa, es muy interesante llevarlas a debate a través del equipo para que ellos mismos adquieran responsabilidad sobre éstas, siendo el jefe el que a través del coaching las eleve. En ese tipo de ocasiones sin lugar a dudas, se mantiene la responsabilidad sobre el objetivo que se vaya acordando.
En definitiva, el coaching potencia la responsabilidad de las personas, porque ellas mismas son las que se marcan los objetivos, de forma que les parezcan claramente alcanzables y que desde luego estén en su mano llevarlos a cabo.