Implicación
Hay otro factor que, aunque quizás es más sutil, está tan omnipresente que a algunos les cuesta mucho identificarlo. La gente de la calle cada vez da muestras de una mayor conciencia, y eso les lleva a exigir más implicación en las decisiones que les afectan en el ámbito laboral, de ocio e incluso global.
Las decisiones que toman los gobiernos y otras instituciones tradicionales, que antes no cuestionaban, cada vez se ponen más en duda y, a veces, son criticadas por medios de comunicación, grupos de presión o personas comprometidas.
En la sociedad actual es más fácil que nunca hacerse oír, y la dudosa respetabilidad de las ciudadelas impenetrables está empezando a hacer aguas. Es posible que quienes tienen algo que ocultar se atrincheren y se resistan, pero la mayoría de las personas agradecen los cambios, incluso aunque generen cierta sensación de inseguridad.
Es indiferente que se considere que esta conciencia es una cuestión evolutiva o la consecuencia de que el mundo se esté encogiendo por la inmersión en el océano de la comunicación instantánea; la implicación y esos cambios son claves para los procesos de coaching.