La naturaleza del cambio
Nunca antes se había exigido tanto como ahora el cambio en las prácticas empresariales. Hace ya algunos años que la idea de que la cultura empresarial tradicional ha de cambiar ha ido ganando fuerza, pero más recientemente.
En el pasado se hicieron grandes cambios, pero muchos dicen que no han servido de nada. Hay razones por las cuales se justifica el cambio como la creciente competencia global que obliga a acelerar el paso hacia unas unidades más eficaces, eficientes, flexibles y con mayor calidad de respuesta.
El ritmo de la innovación tecnológica suele conducir a que los gerentes descubran que nunca llegan a adquirir habilidades de los equipos que emplean. La globalización, los cambios demográficos, la creciente integración global, la inmigración y otros efectos obligan a las empresas a cambiar su manera de hacer. Es ahí donde interviene el coaching.
El coaching para el rendimiento es justamente eso: una manera de alcanzar un rendimiento óptimo, que requiere cambios fundamentales en la actitud, en la conducta de los directivos y en la estructura organizativa. El coaching es el gran cambio y está siendo de aplicación notable en las empresas.