Un estilo nuevo
Una gran parte de las empresas llaman a profesionales del coaching porque se dan cuenta de que se han embarcado en una serie de procesos y cambios fundamentales. Se dan cuenta de que si quieren mejorar su rendimiento, los directivos han de adoptar un estilo nuevo basado en la gestión del coaching.
Estas empresas ya saben que el coaching es el estilo de liderazgo de una cultura transformada y que a medida que el estilo pase de ser dictatorial a orientarse hacia el coaching, la cultura de la organización también empezará a cambiar.
La jerarquía da paso al apoyo, la culpa cede ante la evaluación honesta y la motivación externa se ve sustituida por la interna; las barreras protectoras caen a medida que se construyen equipos, el cambio ya no se teme, sino que es bienvenido, y satisfacer al jefe se convierte en complacer al cliente.
La reserva y la censura se transforman en apertura y honestidad; la presión laboral en reto, y las reacciones de apaga fuegos a corto plazo dejan paso al pensamiento estratégico y a largo plazo.
Estas son, sin duda, algunas de las características de la cultura empresarial emergente, si bien cada empresa tendrá una combinación y unas prioridades únicas.