Dinámica Multiactores
Luego de haber descrito con precisión cuál es el norte que servirá de base para la construcción de la ToC, es necesario llevar a cabo el denominado Análisis Multiactores, el mismo que constituye el soporte de todo el resto de componentes ya que sin saber cuáles son exactamente los protagonistas que van a intervenir, directa e indirectamente, cuál es la lógica de intereses y expectativas que subyace a sus acciones y cuál es la forma cómo se reparte y ejercita el poder en esos variados colectivos, es imposible definir de manera realista los resultados y las actividades que conducirán a ellos.
El Análisis Multiactores también ha pasado por una interesante y progresiva evolución, iniciando sus primeras reflexiones con los esquemas propuestos desde el conocido Análisis de Involucrados. Dicho tipo de análisis, como ya es sabido, considera el máximo número de actores involucrados en la intervención, sean éstos directos e indirectos, visualizando sus más importantes características (es decir, fortalezas, debilidades, intereses, niveles de influencia, tipo de relación con ejecutores de la intervención). Para ello, hacen uso de instrumentos convencionales tales como Matrices de Análisis, Mapas de Actores, Diagramas de Venn, Mapas de Coordenadas, Transectos, etc.
El Análisis de Involucrados ha contribuido de manera decisiva en diversas disciplinas cercanas a la promoción del desarrollo a lo largo de sus ya casi cuatro décadas de implementación. Uno de sus últimos aportes es el ofrecido al Enfoque de Project Management, posibilitando la inclusión de una nueva área de conocimiento, Gestión de los Stakeholders.
Por su parte, el Análisis Multiactores, además de recuperar esta valiosa tradición, incorpora el uso de instrumentos complementarios a la Gestión de Stakeholders tales como el Cubo de Poder, el Análisis de Redes, etc. Todos ellos utilizados en una perspectiva de mayor visualización de la complejidad y los variados niveles de incertidumbre, intentando prever comportamientos de los involucrados como parte de la construcción de escenarios futuros. Gracias a la incorporación de dichos instrumentos, es posible conocer los diferentes niveles de participación de población destinataria y la correspondiente dinámica de poder presentada, tanto antes de la intervención como durante la implementación de la propuesta y también posteriormente, con fines de identificar los impactos generados.
El énfasis en este tipo de análisis se suele colocar en el estudio a profundidad de las relaciones antagónicas de poder, es decir, el análisis de los niveles de conflictividad detectado entre las partes interesadas. Para ello, se recurre al apoyo del instrumental técnico generado por disciplinas académicas como la historia, la sociología, la antropología y la psicología social, entre las más importantes.
Como parte del análisis multiactores también se suele contemplar, por lo menos de manera básica, un mapeo de las capacidades institucionales de las principales organizaciones, instituciones y/o movimientos sociales involucrados en la intervención y sus respectivos grados de maduración organizacional. En tal sentido, los análisis se suelen centrar en los procesos de transformación de los conocimientos, actitudes y prácticas de los y las integrantes de los colectivos observados, sus dinámicas grupales al interior de la organización y recursos existentes necesarios, a todo nivel, para llevar a cabo las actividades previstas. Como objeto de observación, en estas revisiones la ToC suele incluir a los sistemas internos de gestión de información, acuerdos de cooperación y/o alianzas estratégicas interinstitucionales, dinámicas organizacionales en el sector correspondiente, entre otras.