Limpieza del oído
Para limpiar el oído existen limpiadores en el mercado de fácil uso como ahora explicaremos, pero solo usarlo cuando vemos u olemos que es necesario, ya que el resto de líquido de forma habitual en el oído favorece el crecimiento de hongos y bacterias dentro de este. Lo indicado es hacerlo según prescripción veterinaria.
Para limpiar el oído:
1. se levanta la oreja para facilitar la entrada del limpiador hasta el fondo.
2. se introduce el aplicador y se aprieta el bote para que salga una pequeña cantidad
3. se da un leve masaje en la zona donde no palpamos hueso, para que se lave bien sin dejar de sujetar la oreja.
4. soltamos la oreja y comenzara a sacudirse la cabeza fuertemente consiguiendo así que todo el líquido con la suciedad salgan.
5. se limpia con una gasita los pliegues del pabellón auricular en los que se queda la suciedad cuando sale hacia fuera.
Este paso es muy importante para retirar la suciedad de la entrada del oído, y que no se infecte esta zona.
Si después de habérsela limpiado sigue oliendo mal es que hay alguna infección en el oído que hay que tratar, lo aconsejable es ir al veterinario que bien nos pondrá un tratamiento directamente o hará un lavado en quirófano con maquinaria mas especifica y cogiendo un cultivo para analizar que agente esta creciendo en el interior del oído