La ansiedad por separación
Es la respuesta física de estrés ante el estímulo de quedarse solo en casa. La ansiedad por separación es un problema de comportamiento que afecta la estabilidad del perro y la buena relación con la persona.
Sintomalogía:
- Destruir objetos o muebles.
- Ladrar, temblar o gemir.
- Defecar y orinar en casa.
- Esconderse.
- Conductas depresivas.
- Ansiedad por la partida de su amo.
- Inquieto o agitado cuando éste regresa.
- Persecución por la casa.
Una forma de asociar estos síntomas a un comportamiento ansioso es identificar la circunstancias en que se presentan. Generalmente el perro manifiesta la conducta cuando la persona a quien está apegada sale de la casa. También cuando el perro se queda solo en una habitación.
Causas:
- Experiencias negativas previas.
- Falta de adaptación a ruidos en soledad.
- Abandono.
- Separación temprana de la madre.
- Falta de una vida saludable.
- Cambios drásticos en la rutina.
- Frustraciones del amo.
- Apego excesivo a su dueño.
Prevención y tratamiento:
- Desensibilizar los estímulos que generan el problema (por ejemplo, si el perro se pone nervioso al escuchar las llaves, hacer ejercicios en casa de coger y soltar las llaves).
- Trabajar la independencia. Se debe acostumbrar al perro a desprenderse de la persona. Se comenzará con ejercicios de sentado y quieto, y se irá aumentando la distancia y con ella los periodos de ausencia de manera gradual y progresiva.
- Salidas y llegadas calmadas. No se le debe dar importancia a la partida ni a la llegada, si el perro se muestra efusivo se ignorará esta conducta y se premiará cuando éste calmado.
- Dejar solo de manera agradable. Proporciona algo de comida, un juguete o algo que al perro le agrade para conseguir una asociación positiva y evitar que esté pendiente de los movimientos de la persona.
- Los aromas y la música relajante también tiene efectos positivos en los animales.
- No castigar.