La llamada
Supone una parte esencial del adiestramiento, ya que ante cualquier contratiempo que surja en la calle, será muy importante que el perro acuda cuando se le llame.
Para comenzar con este ejercicio vamos a determinar la manera con la que lo vamos a llamar, puede ser su nombre, un ven, aquí... Una vez establecido, siempre se usará el mismo término.
Empezaremos el entrenamiento en un lugar donde el perro no pueda escaparse y así evitar el correr detrás de él, ya que lo más probable es que ante esta situación el perro también corra, o bien porque se piense que estas jugando al pilla-pilla o por miedo. Revisaremos nuestro vínculo para comprobar que estamos en armonía con él.
Siempre que practiquemos la llamada lo haremos como algo divertido, y premiaremos al perro siempre que acuda. De esta manera estamos haciendo que asocie acudir con algo positivo. Evitaremos en todo momento castigar, reñir o usar algo desagradable después de la llamada.