Las señales amenazantes
No todos los perros son iguales y por tanto no tienen el mismo comportamiento. Cuando nos encontremos ante uno es muy importante saber si tiene una actitud amistosa o agresiva. Existen diversas señales consideradas amenazantes y estas las utilizan tanto para comunicarse con otros perros como con personas.
Se consideran señales amenazantes: La mirada fija, el gruñido, el ladrido, mostrar los dientes y cuando mantiene una posición erguida.
Mirada fija
Mirar fijamente es señal de dominancia y desafío. Hay que tener en cuenta que los perros por naturaleza nos observan constantemente para comprender nuestro lenguaje corporal. Debemos identificar el contexto y conocer bien a nuestro perro para no confundir atención con desafío.
Ante un perro desconocido, desviaremos la mirada para evitar el conflicto.
Gruñido
Está considerado una señal amenazante cuando va acompañado de una actitud amenazante como por ejemplo enseñar los dientes. El perro puede gruñir tanto a otro perro como a una persona. Una vez más, se tendrá en cuenta el contexto, ya que el gruñido se puede producir durante el juego, por ejemplo, gruñir a una pelota o jugando al tira y afloja con otro perro o persona. En ninguno de estos casos será el gruñido considerado amenazante.
Ladrido
No en todo ladrido va impresa una señal amenazante. Existen diferentes tonos que expresan incitación al juego, advertencia, excitación, reclamo de alimento... Se tendrá cautela ante un perro desconocido cuando nos ladre. El ladrido será considerado amenazante cuando vaya acompañado de otras señales amenazantes como levantar el labio superior, mostrar dientes y/o fruncir el hocico.
Mostrar dientes
Constituye la primera señal de amenaza y existen diversas variantes:
- Boca cerrada con los labios levantados enseñando los dientes. El perro nos está advirtiendo.
- Boca entreabierta con los labios levantados, mostrando los dientes y con el hocico arrugado. El perro proyecta una segunda señal de amenaza, si se le desafía, atacará.
- Boca entreabierta, labios elevados mostrando los dientes y las encías, mas el hocico fruncido. Ataque. Ante una situación así, jamás saldremos corriendo, esto provocará el ataque inmediato, por el contrario enviaremos señales de calma, desviaremos la mirada y nos moveremos con lentitud hacia atrás.
Posición erguida
No en toda posición erguida va implícita una señal amenazante. La que nos interesa identificar es la que va acompañada de una ligera inclinación hacia adelante, orejas hacia adelante, cola erguida y erizada y cuerpo rígido. Un perro en esta posición estará dispuesto a atacar si se le presiona.
Existen otras señales que pueden ser interpretadas como amenazantes pero que sólo muestran excitación por parte del perro como el pelo erizado y la cola rígida.