Suelos adecuados o favorables
Jaulas para cultivo peces marinos
Para la práctica acuícola son recomendables los suelos que son de tipo marginal. Es decir, que no son adecuados para la producción de plantas alimenticias. Dichos suelos como característica principal deben ser con preferencia de arcilla.
En vista de que son suelos con alto grado de impermeabilidad, y que no permiten que el agua se pierda, en caso de que sean porosos. Por experiencia puedo decir que el suelo arcilloso es el preferido.
De esta manera, después que se construye un estanque y se llena de agua, hay que esperar una o más semanas para de nuevo llenarlo, con agua fresca, dependiendo de las especies que estén en cultivo.
Una forma de probar si un terreno tal, tiene un porcentaje de arcilla favorable, para construir estanques con fines acuícolas es tomar muestras del suelo preseleccionado, por lo menos en 5 puntos equidistantes.
Se toman así cantidades de cada nivel equivalentes a un puño, se juntan y se mezclan de manera uniforme mojándolas con pequeñas cantidades de agua. Eso da como resultado que con las manos se pueden formar bolas compactas, que al lanzarlas hacia una roca o pared dura mantendrán su grado de compactación.
Así, se ve que el contenido de arcilla es superior a un 25%. Por tanto se puede en ese terreno construir con toda seguridad, uno o más estanques para fines acuícolas.
Los estanques de tierra y de concreto pueden tener diferentes formas. Pueden ser: circulares, rectangulares, cuadrados, triangulares o de otras formas, que dependerán de la geometría que tenga la superficie del suelo disponible.
De manera que dichas estructuras pueden ser usadas, para diferentes actividades como: preengorde, engorde, mantenimiento de padrotes y alevinaje.
Las actividades antes mencionadas se utilizan de manera rotativa, dependiendo de la planificación de trabajo con que se cuente para la operación eficaz del negocio.