Caos y cambio. Cómo controlarlo
A todo nacimiento le sigue un caos, ¿por qué?... es el orden natural de las cosas, todo cambia y con él, todo cambia, las necesidades y el orden de las cosas. La llegada de un bebé pone la vida patas arriba.
El cuerpo de la madre, la relación de la pareja, las horas de sueño, la vida sexual, la relación con la familia y los amigos, el día a día, todo cambia.
Al principio en el posparto todo es alegría, entusiasmo ajetreado y emocionante. Tras las primeras semanas es cuando la madre empieza a tomar atención en sí misma y a veces la sensación deja de ser agradable y empiezan a producirse altibajos. Es preciso amoldarse, y cuanta más oposición haya a la nueva vida, peor se vuelven el caos y la frustración. Sobre todo pasará esto los primeros meses, ya pasados los seis te relajas y lo ves todo con otros ojos, aunque es pasado el año cuando el nuevo orden es una realidad.
El caos empieza en muchas ocasiones con inseguridades... ¿que hacer?, ¿por que llora? ¿la silla o el porta bebes? ¿demasiado frío o demasiado calor?... hay que pensar en todo y sobre todo tener calma y serenidad.
Un tema muy importante para este capítulo es hablar del sueño, mejor dicho: de la falta de sueño.
Para evitar cambios de humor y de ánimos las madres no deben perder sus horas de sueño, por eso es muy importante que cuando el bebé duerma aproveches y duermas con él.
Está demostrado que la falta de sueño es causa de estrés, y que cuando el estrés es elevado el cerebro recibe menor aporte de glucosa de lo habitual. Por eso es importante controlar la cantidad de azúcar que comemos al cabo del día, ya que hace de efecto rebote y provoca importantes cambios de humor.
Pruébalo; toma con el estómago vacío una bolsa de chucherías o chocolate, verás como al cabo de medía hora estarás desanimada y deprimida. Para evitarlo da algunas cabezadas para reponer fuerzas y toma tentempiés saludables como pan integral con queso fresco y tomate y algo de fruta.