Ambientes Exóticos
Cuando hablamos de este tipo de ambientes nos vamos a mundos orientales o africanos, queremos que su magia y espiritualidad formen parte de nuestra vida.
Podemos identificar dos estilos claros, el Zen y Étnico.
Estilo Zen:
Es la paz elevada a la máxima potencia, un oasis donde poder relajarse, disfrutar de la tranquilidad y la armonía.
Necesitamos que el lugar donde se desarrolle este tipo de decoración sea de entorno tranquilo, que invite a la meditación; en cuanto a decoración, busca la simplicidad de las formas, comodidad, iluminación sutil, espacios amplios y sobrios pero definidos donde nos podamos relajar.
Es un mundo enlazado a la naturaleza, donde predomina lo natural eliminando cualquier cosa superflua, por ello los tejidos que se utilizan en este estilo son fibras naturales, linos y algodones.
En revestimientos de paredes y suelos se tiende a maderas, sobre todo de haya, dando armonía a la estancia. Los colores predominantes son gamas de blancos y beige, nunca colores estridentes o superiores a estos que os menciono, aunque en ocasiones se combinan con marrones y tierras pero con pequeños toques, para no llegar a alterar el ritmo Zen que vamos buscando.
En cuanto al mobiliario que pondremos en las viviendas Zen, vendrán de Asia, muebles de gran tamaño aunque por lo general de baja estatura, no deben obstaculizar visión alguna de la estancia, ya que se debe poder transmitir la energía a través de toda la habitación; se acompañará de cojines a modo de asientos y sofás bajos. Algo muy importante es la utilización de los mismos tonos que en el resto de la vivienda, con ello no romperemos el equilibrio.
Todo en el estilo Zen debe de ser sensible y sensual, la luz juega un papel realmente importante, con ella se crearan lugares espectaculares, tendremos luz suave e indirecta por medio de lámparas de pie.
Para terminar con el Zen, colocaremos velas y plantas de gran tamaño, kentias, bambú… que aportarán el toque de energía que se necesita para crear un ambiente sofisticado.
Estilo Étnico:
Este estilo no goza de reglas estrictas, lo que sí prima son las piezas artesanales, de predominio africano u oriental.
El espacio es fundamental, pero sobre todo la colocación de este tipo de objetos debe ser en lugares donde se puedan contemplar tranquilamente; no os excedáis en la colocación de este tipo de mobiliario en la misma estancia.
Los tejidos a utilizar para la decoración de este tipo de casas son como en el Zen, tejidos naturales y colores crudos, algodones y linos, pero también lo combinaremos con pieles de animal y motivos geométricos en alfombras.
El mobiliario debe de ser de madera, mimbre o fibras vegetales, aunque también son utilizados los cueros y el bambú.
Los colores que utilizaremos serán ocres, tierras y naranjas, especialmente para paredes.
Los muebles cada vez se adaptan más a nuestra forma de vida, cuando comenzó este movimiento en los años 20 se utilizaba decoración en paredes y algún que otro mueble auxiliar, pero ahora cada vez tenemos mayor cantidad de muebles, además de grandes proporciones, vitrinas, mesas de comedor, sillas… debemos tener cuidado con ellos porque llenan muchísimo el espacio y podemos complicar la decoración, ya que son piezas que tienen muchísimo peso por si solas.
Este estilo es muy versátil, ya que se pueden colocar piezas de otros estilos más clásicos, quedando perfectamente encajados en nuestra vivienda, podemos jugar incluso con alfombras persas e indias, cojines de colores africanos, naranjas, rojos, chocolate… aportando ese toque étnico que necesita nuestro hogar, en muchas ocasiones lo importante es dar ese pequeño aporte más que poner todo el mobiliario del propio estilo, ocurriendo también en el Zen.