Estilo Art Déco
Este estilo comenzó su andadura entre los años 20 y 30, nació buscando la modernidad, quería demostrar el glamour de la sociedad.
El principal detalle del Art Déco es el color, para crear el ambiente perfecto se utiliza el negro, es el color por excelencia, dando elegancia y serenidad a la estancia donde se coloca; podemos utilizar incluso muebles de este color aportando mayor robustez y para darle algo de calidez escogeremos algún tono tierra o chocolate.
Si lo que queremos aportar es contraste, nos iremos a colores importantes como el verde, celeste y rojo, pero no en demasiada cantidad, para ello podemos combinarlo en piezas y accesorios de decoración.
En muebles lo que mejor le va son las lacas brillo en líneas sencillas, formas geométricas, también podemos encontrar maderas exóticas, muebles de espejo... y en cuanto a los tejidos que podemos emplear son el cuero y los terciopelos.
No podemos lograr un auténtico estilo Art Deco sin los accesorios adecuados, lo que no pueden faltar son espejos para revestir alguna pared o colocar una única pieza de gran tamaño, pero siempre con un llamativo marco dorado, utilizaremos además plumas, hojas…
La iluminación en este estilo es fundamental, quizás más por el tipo de lámpara que pongamos que por la propia iluminación; debemos buscar modelos simples pero de un diseño exquisito para que dé el ambiente que buscamos en la estancia, se busca la luz indirecta para crear atmósferas de sofisticación con lámparas de pie, apliques en paredes y candelabros.
Los revestimientos para el suelo por lo general serán de mármol en color blanco, negro o combinados, pero también podremos optar por el parqué; acompañando a estos suculentos revestimientos debemos colocar alfombras de colores oscuros pero de formas divertidas, que llamen la atención.