La cohesión económica y social
La política de cohesión se explica por el problema de los países pobres que hay en la Unión Europea. Gracias a esta política los países aumentan sus niveles de riqueza y se desarrollan. Claros ejemplos son Irlanda y España. Es una política de solidaridad, que pretende ayudar a los Estados más desfavorecidos.
Se trata de ayudar con dinero que se programa cada 7 años. El objetivo fundamental de esta política, conocido como “objetivo convergencia”, consiste en ayudar a aquellas regiones cuyo PIB se encuentra por debajo del 75% del nivel medio europeo. Además, incluye en su conjunto a aquellos Estados cuyo PIB se encuentre por debajo del 90% del nivel medio europeo.
El "objetivo convergencia" se lleva más del 80% del dinero destinado para la política de cohesión. Esa enorme cantidad de dinero se articula sobre vías de financiación distintas, como por ejemplo, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Fondo Social Europeo (FSE), cuyo objetivo es luchar contra el desempleo.
Para los Estados convergencia se utiliza el Fondo de Cohesión, que es el instrumento financiero destinado a ellos, que tiene dos vías: construcción de infraestructuras y proyectos relacionados con el desarrollo sostenible.