Anatomía y proporción de la figura humana
El interés por las proporciones humanas fue una de las primeras preocupaciones estéticas del arte clásico. Para afrontar este reto artístico se establece una proporción entre la altura total del cuerpo humano y el alto de su cabeza. Esta proporción o canon puede entenderse como cuántas cabezas caben en la altura del cuerpo.
Para los artistas griegos del período clásico el canon trascenderá la observación empírica y llegará a ser un concepto ideal, es decir, una norma que indicaba cómo debían ser las proporciones de un cuerpo humano ideal y armónico. En las imágenes de abajo, puede apreciarse el canon de Policleto, que variaba entre 7 y 8 cabezas sobre la estatura.
2. La evolución del canon a lo largo del crecimiento humano
La evolución del canon a lo largo del crecimiento humano va aumentando con la edad hasta la plenitud adulta y a partir de aquí comienza a menguar debido a la compresión de las articulaciones.
A pesar de las variaciones del canon, a partir de la adolescencia la proporción de los segmentos corporales citados respecto a la altura apenas sufre cambios.
3. Uso expresivo del canon en la historia del arte.
3.1 Canon Egipcio
Los egipcios utilizaron en la práctica el canon para la representación escultórica de la figura humana, pero en lugar de tomar la cabeza como módulo, lo hicieron con el puño, de forma que los cuerpos tenían de alto 18 veces el tamaño del puño, distribuido proporcionalmente en distintas partes del cuerpo (dos para el rostro, diez desde los hombros a la rodillas y seis desde éstas hasta los pies).
3.2 Canon Griego
Se acredita a la escultura griega la primacía absoluta en la representación de la figura humana. En el cuerpo humano, generalmente desnudo, se concreta el ideal de la belleza formal como expresión de la armonía de las formas. En la época clásica el “canon”, como expresión de belleza, fue definido por Policleto en siete cabezas y media y por Lisipo en diez unidades, tomando la cabeza como una octava parte del cuerpo
3.3 Canon Gótico
El gótico también hará un uso expresivo del canon, adaptándolo a su objetivo artístico: sugerir elevación del espíritu. Para ello emplea un canon alargado, mucho mayor que las 8 cabezas del adulto medio.
3.4 Canon Barroco
En cuanto a la proporción de los cuerpos fueron más voluminosos que en épocas anteriores; caderas anchas y cinturas estrechas, hombros estrechos y brazos redondeados y carnosos
De los hombres destaca mucho el pelo (muchas veces con peluca), la piel muy blanca y las mejillas rosadas y, por encima de todo, unos trajes suntuosos de infinitas capas.
Las tres Gracias de Rubens
3.5 Canon del Renacimiento
En el Renacimiento se distinguió el canon de Vitruvio, utilizado por muchos artistas de ese período; el cuerpo humano esta encerrado en un círculo inscrito en un cuadrado, en el cual el ombligo es el centro y la figura humana corresponde a ocho partes, de las cuales la cabeza es la unidad.
Vitruvio no solo estaba interesado por las proporciones del cuerpo, sino también por sus implicaciones dentro del espacio arquitectónico. Refiriéndose al diseño del templo griego nos dice: “Por otra parte, ellos obtuvieron de los miembros del cuerpo humano las dimensiones proporcionadas que necesariamente aparecen en todos los trabajos constructivos, el dedo o pulgada, el palmo, el pie, el codo”.
3.6 Canon de la era moderna
En la edad contemporánea, el arquitecto francés Le Corbusier creó un nuevo canon de proporciones humanas al que denominó modulor (2,26 metros de altura), para aplicarlo tanto en la construcción de edificios como en el diseño de mobiliario y objetos comunes.