Carboncillo y Difumino
Vamos a hablar acerca del carboncillo. Quiero que comiences a aprender a dibujar con éste. Es un utensilio de dibujo desde la prehistoria. En esta época pintaban en las paredes de las cuevas con trozos de palos quemados. En el Renacimiento se redescubrió. Hoy en día se fabrican en madera de vid y de sauce.
Hay dos tipos de carboncillo: la barra y el lápiz.
- Barra: en la fotografía siguiente podemos ver barras de carboncillo. Podemos encontrar una gran gama de grosores. Se recomienda usar una barra gruesa para dibujar, ya que si la afilamos con el lijador obtendremos una gran variedad de grosores.
La barra de carboncillo se vende en papelerías, suelta o por cajas. Es un medio sencillo para dibujar, nos permite corregir nuestros errores fácilmente.
- Lápiz: es como un lápiz normal, pero la mina interior es de carbón en vez de grafito.
Vamos a hablar ahora del difumino. Difuminar es degradar el tono del color. Esto lo podemos conseguir de dos formas: con un difumino (los podemos ver en la siguiente fotografía) y con los dedos, ya que al tener nuestra piel su propia grasa se convierten en buenos difuminadores. En ambos casos obtendremos al trabajar el dibujo una buena cantidad de tonos de grises.
Con los dedos se obtienen mejores tonos, pero imprecisos. Con el difumino se consigue una mayor precisión, llegando a todos los rincones, cosa que el dedo no nos permite. En el curso usaremos ambas técnicas.
En la foto inferior se pueden ver distintos tamaños de difuminos, con un par de ellos basta.