La esfera
La segunda práctica es diferente, ya que la esfera no contiene ninguna arista. Debemos crear el modelado a partir de degradados y conociendo muy bien el efecto de la luz en esa figura.
Esfera
Al realizar la esfera sin tener planos formados, como en el resto de figuras geométricas, debemos ir creando gradualmente zonas desde la luz a la sombra, pasando por medios tonos. Estas zonas serían:
Brillo, Medio Tono, Sombra Propia, Luz Reflejada y la Sombra Arrojada:
El Brillo es aquella área que está más cerca de la luz y, por lo tanto, está más iluminada que las demás. Es donde la luz es más intensa, pues cae directamente sobre la bola.
Conforme la luz va cayendo sobre la redondez de la bola, vemos que va disminuyendo en intensidad, pues ya no cae tan directamente. Poco a poco el Brillo va pasando al Medio Tono.
Ahora accedemos a la parte de la bola donde la luz no llega, y por lo tanto se produce la Sombra Propia.
En esta parte del dibujo ocurre algo interesante: nuestra bola reposa sobre una mesa y dicha mesa refleja un poco de luz sobre la bola. Esa es la Luz Reflejada.
Finalmente, tenemos la Sombra Arrojada, que es la silueta de la bola que se produce en la mesa.
La realización del volumen de una esfera es un buen ejercicio para dominar el degradado en el carboncillo. Debemos dejar en blanco del papel el Brillo de la esfera y crear un Medio Tono en el resto de la bola, para insistir con el carboncillo de nuevo en la zona de Sombra Propia de la esfera y con el trapo, como mucho cuidado, quitar carboncillo en la zona de luz Reflejada. La Sombra Arrojada vuelve a ser un gris medio que podéis hacer con más o menos intensidad y degradarlo, si deseáis, según se aleja de la esfera.