Causas de la enfermedad celíaca
La enfermedad celíaca es una enfermedad de origen genético, que generalmente, se asocia a familias.
Una persona puede tener la enfermedad y no saberlo hasta que se manifieste, a causa de algún detonante tal como: intensa tensión emocional, el embarazo, una cirugía, lesión física, infección o alumbramiento, etc.
Se desconoce la causa exacta de la celiaquía. El revestimiento de los intestinos contiene áreas llamadas vellosidades que ayudan a absorber los nutrientes. Cuando las personas con celiaquía consumen alimentos o usan productos que contienen gluten, su sistema inmunitario reacciona causando daño a estas vellosidades.
Este daño afecta la capacidad para absorber los nutrientes en forma apropiada. Una persona resulta desnutrida sin importar cuánto alimento consuma.
Esta enfermedad se puede desarrollar en cualquier momento de la vida desde la lactancia hasta la adultez avanzada.
Las personas con familiares que padezcan celiaquía están en mayor riesgo de padecer la enfermedad. Este trastorno es más común en las personas de raza blanca y de origen europeo. Asimismo, las mujeres resultan afectadas con mayor frecuencia que los hombres.
Las personas con celiaquía son más propensas a tener:
- Trastornos auto inmunitarios como artritis reumatoidea, lupus eritematoso sistémico lupus eritematoso sistémico síndrome de Sjögren
- Enfermedad de Addison Enfermedad de Addison
- Cáncer intestinal
- Linfoma intestinal
- Intolerancia a la lactosa Intolerancia a la lactosa
- Enfermedad tiroidea Enfermedad tiroidea
- Diabetes tipo 1 Diabetes tipo I
Se puede presentar en cualquier etapa de la vida, y aunque se suele diagnosticar en la infancia, en países desarrollados se diagnostica cada vez más en adultos. Es más frecuente en personas de piel blanca y en climas tropicales.
Para que se manifieste la enfermedad es preciso que exista una predisposición genética y un disparador. En el caso de las mujeres el disparador puede ser el primer parto y en los hombres cualquier intervención quirúrgica abdominal.
Es una enfermedad de origen genético pero no hereditaria. Sin embargo el hecho de que una persona padezca la enfermedad hace que aumenten las probabilidades de que sus familiares la padezcan, en comparación a la población en general.