Trastornos de comportamiento
Como ya vimos, en la enfermedad celiaca existen trastornos en la absorción de nutrientes, esto conlleva a la malnutrición por carencia de nutrientes en el torrente sanguíneo.
Esta carencia produce muchos trastornos, y dentro de estos es importante destacar los relacionados con los trastornos del comportamiento.
Un niño celíaco sin tratar puede presentar apatía (desinterés o decaimiento) con irritabilidad y llanto fácil, lo que desaparece fácilmente una vez iniciado el régimen sin gluten.
Además, pacientes celíacos que han estado en contacto con gluten han manifestado estados de tensión, irritabilidad, depresión, e incluso, pérdida de la concentración en cantidades mínimas, afectando su desempeño en la vida diaria.
Por otro lado cuando se diagnostica la intolerancia al gluten siendo la persona ya adulto, pueden existir sentimientos de frustración. Esto ocurre cuando el celíaco no apoya adecuadamente su tratamiento dietético con una disciplina psicológica.
Para el adulto es muy difícil cambiar sus hábitos alimentarios, y es muy difícil dejar de consumir la harina de trigo, ya que es un alimento de uso habitual.
Ocurre frecuentemente con personas que no se han informado suficientemente sobre las consecuencias de la ingesta de gluten; y sobretodo en aquellas que aun no ha sufrido grandes trastornos a causa de la enfermedad.