¿Debo renunciar a mi comida favorita?
La respuesta es ¡No!
Una alimentación saludable se basa en el equilibrio.
Puedes disfrutar de tus comidas favoritas aunque tengan un alto contenido de calorías, grasas o azúcares adicionales.
La clave es comerlas solamente de vez en cuando y equilibrarlas con los alimentos más saludables y más actividad física.
Algunos consejos sobre las comidas reconfortantes:
1. Consúmelas con menos frecuencia.
Si normalmente consumes estos alimentos todos los días, reduce la frecuencia a una vez por semana o una vez al mes.
De esa manera, reducirás las calorías que ingieres al no consumir la comida con tanta frecuencia.
2. Prueba una versión con menos calorías.
Usa ingredientes bajos en calorías o prepárala de otra manera.
Por ejemplo, si la receta de macarrones con queso que usas lleva leche entera, mantequilla y queso de grasa natural, trata de prepararla con leche sin grasa y menos mantequilla, queso crema bajo en grasa, espinacas frescas y tomates.
Solo recuerda que no debes aumentar el tamaño de tus porciones.
Lo importante es que puedas encontrar la manera de incluir a casi todos los alimentos en tu plan de alimentación saludable y aún así bajar de peso o mantener un peso saludable.
La clave es ser constante y tomar siempre opciones saludables en tu alimentación.
Si escoges siempre estas opciones, con el tiempo puedes llegar a tener mejores hábitos alimenticios.
Al pensar de manera positiva y concentrarte en los alimentos que puedes comer, te ayudará a establecer hábitos alimenticios saludables.