Dietas mágicas o populares - Clasificación
A lo largo de los años se han desarrollado o incluso se han inventado diversos tipos de dietas populares para conseguir una pérdida de peso rápida e eficaz, más que la promoción de una dieta sana e equilibrada que garantice un estado óptimo de salud.
Estas dietas o combinaciones de alimentos que prometen la solución para la pérdida de peso están basadas en principios científicos infundados o en el mejor de los casos no demostrados científicamente.
El uso terapéutico de las denominadas “dietas milagrosas” carece de validez científica en el tratamiento de la obesidad, ya que en la mayoría de los casos, pacientes obesos que se han sometido a estas dietas de moda, a la pérdida de peso le sigue una recuperación ponderal mayor que el adelgazamiento obtenido, y en el peor de los casos, carencias nutricionales y alteraciones metabólicas que pueden conducir a enfermedades severas e incluso hasta la muerte.
Aspectos comunes
La mayoría de las dietas mágicas poseen algunos aspectos en común 21:
– Están prescritas por personas ajenas al campo de la nutrición.
– Tienen una descripción muy imprecisa.
– Auguran elevadas promesas de pérdida de peso para la motivación del paciente.
– No poseen eficacia comprobada.
La diferencia de llevar a cabo una “dieta mágica” o una dieta hipocalórica equilibrada avalada por un experto en nutrición es muy clara: con las dietas mágicas existe la posibilidad de poner en riesgo la salud. Por tanto, es muy importante aprender a identificar este tipo de dieta y conocer el peligro de llevarlas a cabo.
La clasificación de las dietas mágicas puede hacerse desde múltiples y variados puntos de vista, según las características de sus componentes, efecto conseguido, procedencia, composición o fundamento al que atribuyen su eficacia 20. Se pueden encontrar:
Dietas hipocalóricas desequilibradas: las cuales a causa de escasez de alimentos, provocan un efecto rebote que se traduce en un aumento de masa grasa y pérdida de masa muscular, existiendo una adaptación metabólica a la disminución drástica de la ingesta energética, que se caracteriza fundamentalmente por una disminución del gasto energético. Estos regímenes suelen ser monótonos, además de presentar numeroso déficit en nutrientes sobre todo si se prolongan por largos períodos de tiempo.
Como consecuencia de seguir estas dietas, se obtiene un efecto rebota muy importante, aumentando de peso excesivamente, después de dejarlas.
Dietas disociativas: Se basan en el fundamento de que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones. No limitan la ingesta de alimentos energéticos sino que pretenden impedir su aprovechamiento como sustrato energético con la disociación.
Tienen como inconveniente, que no se obtiene hábitos alimentarios adecuados, son difíciles de llevar a cabo, y muchas veces hay excesivo consumo de algunos nutrientes, tales como proteínas, recargando la función metabólica de algunos órganos, como por ejemplo de riñones.
Dietas Excluyentes: se basan en eliminar de la dieta algún nutriente.
Estas dietas pueden ser:
i) ricas en hidratos de carbono y sin lípidos y proteínas,
ii) ricas en proteínas y sin hidratos de carbono Producen una sobrecarga renal y hepática muy importante;
iii) ricas en grasa: Se conocen como dietas cetogénicas. Pueden ser muy peligrosas para la salud, produciendo graves alteraciones en el metabolismo (acidosis, cetosis, aumento de colesterol sanguíneo, etc.).
5. 2 Conclusiones
Las dietas mágicas son generalmente patrones alimentarios sin fundamento científico, aunque es cierto que en algunas ocasiones se obtienen una parte de los resultados prometidos.
Pero no hay que olvidar que la pérdida de peso conseguida es debido a que se consumen menos calorías, la alimentación se torna aburrida, se pierde el apetito y la ilusión de comer y sobre todo, existe un riesgo importante de recuperar el peso perdido de forma alarmante una vez se ha abandonado el tratamiento dietético, junto con desequilibrios y deficiencias nutricionales.
Se debe tener claro que el tratamiento de la obesidad es un proceso a largo plazo, en que el único pilar del tratamiento no es el cambio en el patrón alimenticio, sino la adquisición de hábitos de vida saludables, por lo que deberá ser llevado a cabo por facultativos sanitarios expertos en nutrición equilibrada y alimentación saludable
Recetario
Pollo arrollado
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PREPARACIÓN |