Crecimiento económico y desarrollo
Cuando se analiza el crecimiento económico hay que distinguir entre el corto plazo y el largo plazo:
En el corto plazo este crecimiento responde principalmente a variaciones en la demanda agregada, mientras que en el largo plazo el papel principal corresponde a la oferta agregada.
El crecimiento a largo plazo es consecuencia de un aumento de los recursos productivos (mientras que a corto plazo estos suelen ser más o menos fijos), además también influye el aumento de la población y, muy especialmente, las mejoras tecnológicas.
Entre las condiciones que deben existir en un país para favorecer este crecimiento a largo plazo se pueden destacar las siguientes:
-Competencia interna y externa que contribuye a acelerar las innovaciones tecnológicas, a aumentar la calidad de los productos y a abaratar sus costes. Los regímenes de monopolio dificultan este progreso.
-Un sistema legal eficaz, que sea capaz de resolver los litigios con rapidez.
-Un mercado de capital desarrollado, capaz de promover el ahorro y de canalizarlo hacia la inversión.
-El equilibrio macroeconómico: situaciones de desajustes como por ejemplo un déficit comercial o un déficit público excesivo, terminan afectando negativamente al crecimiento económico.
-Una tasa de inflación moderada: crea un clima más favorable para la inversión, favorece la competitividad internacional, evita una escalada de precios que dificulte el crecimiento económico, etc.