Desmontando algunos mensajes irracionales
Aunque cada joven aporta sus propios mensajes irracionales, a continuación expondré algunos habituales entre ellos. Son "mitos" o ideas preconcebidas que les influyen a la hora de quitar importancia a sus prácticas de riesgo respecto a las adicciones.
Mensaje 1. "Los porros son inofensivos".
Esta es una información errónea. La mayoría de los individuos que han terminado con problemas de drogadicción han comenzado fumando porros. Esta es una evidencia científica, ya que los efectos adictivos de dicha sustancia están verificadas y las estadísticas así lo atestiguan.
Si los jóvenes deciden consumirlos deben ser conscientes de su peligrosidad y estar atentos al proceso adictivo que pueden originar (tal y como vimos en el capítulo 2).
Mensaje 2. "Yo puedo con todo, no necesito nada, no necesito a nadie".
Es muy común que los adolescentes se perciban a sí mismos como autosuficientes. La labor de los educadores debe ser, sobre todo, que aprendan a no identificar necesidad con debilidad, sino todo lo contrario: "lo que me hace fuerte es conocerme y saber cuáles son mis limitaciones".
Mensaje 3. "A mí no me afecta nada".
Los adolescentes son expertos en disimular sus sentimientos. En muchas ocasiones ni los identifican. Hablaremos de ello en los siguientes capítulos. Como adelanto, diremos que es importante educarles en que se den el permiso de sentir.
Mensaje 4. "A vivir que son dos días".
Un característica de nuestra sociedad occidental es la búsqueda de beneficios inmediatos para nuestras acciones. Esto provoca un vacío de significado porque éste se encuentra en el medio y largo plazo, en la espera, en el "silencio" y en la paciencia.
Es fundamental educar a nuestros jóvenes en la falsedad de este presupuesto porque no es cierto que no sirvamos nada más que para disfrutar. El dolor, la frustración, la espera, nos hace mejores y nos reconcilian con nosotros mismos, porque mediante ellos descubrimos nuestra humanidad. No hay que buscarlas pero sí hay que aceptarlas como peaje para sentirnos libres y realizados.
Mensaje 5. "Yo controlo"
Bastantes jóvenes viven con la seguridad de que controlan. Pero es una falacia que les hace no tomar conciencia del riesgo de sus actuaciones. Es importante transmitirles la idea de que no se puede controlar todo. El ser cautos y precavidos nos hace estar en guardia y nos protege.
Mensaje 6. "Los adictos son los otros".
En relación con el mensaje anterior, nuestros jóvenes tienen la idea de que son los demás los que pueden caer en el riesgo. Mientras tanto, corren el peligro de iniciar el proceso adictivo del que hablábamos. Hasta que no tomen conciencia de que a ellos también se les puede escapar de las manos una conducta, no se verán protegidas de ella.
En relación a esto, los adultos debemos identificar también los propios planteamientos vitales recordando que, a menudo, los transmitimos más desde códigos no verbales que desde los verbales. No podremos educarlos hasta que no lo hagamos.