Tras el parto
Si el parto es natural, requerirá la participación y el esfuerzo de toda la musculatura del suelo pélvico.
A menudo este esfuerzo se traduce en una debilitación de todos los músculos de esa zona, “por cuya razón una de las primeras medidas que debe adoptar una mujer tras el parto es fortalecerlos y tonificarlos para evitar padecer incontinencia urinaria en el futuro”.
La incontinencia urinaria suele manifestarse tras dar a luz (se patente al saltar, caminar, estornudar, etc.); sin embargo la práctica de unos ejercicios sencillos permite corregirla y prevenir que aparezca en el futuro.
COMO EVITAR LA INCONTINENCIA
Tenemos varias opciones:
OPCIÓN 1:
Imagina que se te van a escapar gases: aprieta el músculo alrededor del ano (esfínter anal) con todas tus fuerzas subiéndolo hacia dentro.
Luego, relaja.
OPCIÓN 2:
Imagina que vas a tener una pérdida menstrual y debes evitar mancharte.
Aprieta la vagina para retener el flujo.
Relaja.
OPCIÓN 3:
Imagina que estás orinando. Aprieta fuerte como si quisieras cortar el flujo de la orina (esfínter uretral).
Relaja.
¿Cómo ejercitarlos?
Cierra, aprieta y sube con fuerza los tres músculos a la vez. Estarás contrayendo los músculos del suelo pélvico.
También puedes hacer:
Contracciones lentas:
Aguanta la contracción de los músculos tan fuerte como puedas durante 5 - 10 segundos.
Haz lo mismo de 3 a 5 veces.
Contracciones rápidas:
Contrae y sube los músculos rápido y con fuerza y relájalos inmediatamente entre 10 y 20 veces.
Repítelo de nuevo de 3 a 5 veces.
Alterna la realización de ambas contracciones.
A medida que se vayan fortaleciendo los músculos podrás aguantar más segundos y realizar más repeticiones.