Savasana. Postura del cadáver
SAVASANA
Postura del cadáver
EJECUCIÓN: Extendido boca arriba, en el suelo, con los pies un poco separados entre sí; con los brazos también algo separados del tronco y los dedos un poco doblados con naturalidad.
Haga 2 o 3 respiraciones completas con la idea muy clara de que ahora usted se va a relajar por completo.
Luego, afloje todo el cuerpo anulando la fuerza de todos los músculos; comience por los brazos y las piernas; luego el vientre y el pecho, la cabeza, el cuello, la lengua y finalmente afloje el interior de la cabeza.
Haga este relajamiento con calma, en el momento de las exhalaciones, procure que su conciencia quede en todo momento bien despierta, dándose cuenta de lo que está haciendo.
Una vez lograda esta relajación, procure, hasta entonces y no antes, disminuir el flujo de ideas e imágenes que vienen a la mente, sustituyéndolas por una gran paz y calma, tranquilidad y descanso.
Después de repetidas veces, si persevera, logrará conseguir este maravilloso estado de profunda tranquilidad y de serenidad absoluta, que sería la indicación de que ha llegado a un grado muy alto de relajación.
Aunque no dé ningún inconveniente en prolongar la duración del Savasana, al principio es mejor no pasar de 10 o 15 minutos. Después, poco a poco, puede ir aumentando el tiempo hasta practicarlo por una media hora.
Se practica siempre al final de los demás asanas. Esta postura se considera como el más difícil de los asanas.
Para poder relajar con consciencia y voluntad todo el cuerpo, es necesario haber adquirido antes el completo dominio del cuerpo y también el de la mente.
Hay muchas personas que intentan en vano conseguir relajar la mente y permanecer tranquilas durante varios minutos, hasta que al fin, cansadas de varios intentos, abandonan la prueba dándola por imposible.
No se puede llegar sin más preparación que la buena voluntad a calmar la mente y a relajar profundamente el cuerpo.