Ejercícios físicos que la embarazada puede practicar y los que no debe hacer
El tipo de ejercicios dependerá del estado del embarazo y de la forma física que tenga la futura mamá.
Tendrán más limitaciones, aquellos ejercicios en que la mujer presente hipertensión, mareos, contracciones uterinas, hemorragia vaginal o fatiga.
En casos más especiales como las enfermedades cardíacas, riesgo de parto prematuro, embarazo múltiple, feto con crecimiento inadecuado o útero flojo, esta práctica está contraindicada.
Las mejores actividades para la mujer embaraza son las que pueden ser practicadas en el agua, como es el caso de la natación e hidro gimnasia, porque evitan esfuerzos gravitacionales, disminuye la retención de líquidos y las molestias en la espalda.
El yoga, así como Pilates, el baile, o simplemente caminar, también se aconseja como alternativa para mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos.
La mayoría de los médicos asegura que las mujeres embarazadas no deben llevar peso, ni hacer ejercicios abdominales, por los menos en los primeros meses.
Deben evitar las actividades que incluyan rebotes, saltos, bajadas y subidas, cambios radicales de dirección, o que ofrezcan riesgos de lesión en la zona abdominal.
Deportes como el esquí, el buceo o la equitación no son recomendables.