Relajación en la gestación - cambios en el cuerpo de la mujer
La gestación produce algunos cambios en el cuerpo de la mujer, que le dificultan una buena respiración y una circulación sanguínea adecuada.
Incidiendo en la aparición de varices en las piernas.
Asimismo se produce también una acentuación de las curvaturas fisiológicas de la columna aportando una posición viciosa con sus consecuentes síntomas de dolor.
Una terapia recomendable es una gimnasia adecuada para mantener el tono y la elasticidad del aparato muscular y articular (sobre todo los músculos abdominales, perineales y lumbosacros), la flexibilidad de la columna y la facilitación del reflujo venoso que alivie el trabajo del corazón.
La mejora de la oxigenación y de la circulación sanguínea beneficia a la madre y actúa favorablemente en el desarrollo del bebé.
En el momento del parto, el yoga nos ayuda a regular la respiración y sincronizarla al ritmo de la contracción uterina, y alcanzar un estado de relajación, eliminando contracturas y esfuerzos inútiles, y facilitando la participación activa de la mujer en el nacimiento de su hijo.
Las reacciones de las mujeres no preparadas son desordenadas, provocando dolor y demoras en el parto.
Los ejercicios son realizados con suavidad y van acompañados de una respiración consciente que culminan en la relajación.
Se puede comenzar la práctica del yoga, a partir del tercer mes de gestación, si no hay contraindicaciones médicas.
Los testimonios de las mamás que han recibido esta preparación hablan del buen resultado de la respiración en el momento de las contracciones, en algunos casos muy intensas y en otros casos en la cantidad de horas que se prolongan, adquiriendo así el control sobre su cuerpo y su mente, lo que les permite en definitiva sentirse orgullosas de lograr llevar el parto adelante.
En otros casos la dilatación se alcanza rápidamente y el parto se facilita en las primerizas, incluso en casos de cesárea, la relajación que la madre consigue a través de una buena respiración, permite un efecto beneficioso sobre la anestesia y una mejor regulación de la presión sanguínea.
El yoga es una de las actividades más recomendadas porque no es un deporte violento ni implica riesgo para la embarazada o el futuro bebé.
El hacer ejercicio durante los nueve meses de embarazo, conlleva una serie de beneficios para la mamá y para el bebé también.
Si salir a caminar o hacer natación se complementan con la práctica del yoga la embarazada no solo tendrá un mejor embarazo, sino que la ayudará a sentirse mejor con su cuerpo, relajará su mente, mantendrá la elasticidad de su cuerpo y mejorará su agilidad muscular y le permitirá tener una recuperación después del parto mucho más rápida.