Las 5 reglas del Yoga
1. LA PUREZA
Esta regla se ocupa de la pureza no sólo del cuerpo, los alimentos y el entorno, sino también de los sentimientos, las palabras y acciones.
Los adultos podemos ofrecer un buen ejemplo viviendo una vida sana, comiendo alimentos saludables, cuidando el medio ambiente y no hablando mal de otras personas.
2. LA FELICIDAD
Esta regla habla de sentirse feliz y satisfecho con lo que uno tiene. Pero no quiere decir que no sea importante luchar por mejorar.
Podemos ser más felices si nos esforzamos por mejorar día a día, ser amables, respetuosos y no obsesionarnos por acumular más posesiones.
Si frente a nuestros niños evitamos argumentar que necesitamos una casa más grande, más tiempo libre o cualquier otra cosa, les ofreceremos un buen ejemplo.
3. LA AUTODISCIPLINA
Tercera regla que nos ayuda al desarrollo de hábitos positivos.
Los niños podrían, aprender a practicar yoga durante un tiempo determinado a cierta hora del día, o tomar la decisión de comer menos dulces, etc.
Nosotros los adultos deberíamos ayudarles a encontrar ese aspecto de su vida en el que puedan practicar la autodisciplina.
Estamos obligados a ayudarles y no en pensar por ellos ni en recordarles en todo momento lo que tienen que hacer, porque no conseguiríamos más que influir negativamente en su comportamiento.
4. EL APRENDIZAJE AUTODIRIGIDO
El aprendizaje autodirigido, alude a la instrucción del ser, lo cual no implica únicamente hacer tareas o leer libros.
Aquellos niños que habitualmente formulan preguntas como ¿Quién soy” y “¿Cuál es mi objetivo en la vida?” encontrarán menos dificultades a la hora de aplicar las reglas del yoga a su propia vida.
Como adultos podemos ayudarles a encontrar respuestas a sus preguntas ofreciéndoles libros para leer, o animándoles a escribir un diario en el que se sientan libres de plasmar sus pensamientos. Siempre y cuando den muestras reales de querer hacerlo.
5. LA DEVOCIÓN
La devoción es la regla más importante. Tiene que ver con la dedicación a la vida espiritual en la que ya no se percibe el impulso de los deseos individuales.
Para que los niños comprendan mejor el tema, los adultos podemos animarles a que confíen en sus propias fuerzas y se convenzan de que está muy bien ser como son, mostrarles confianza y fe en ellos mismos, la divinidad esta en todo, de igual manera en nuestro interior.