Técnicas de relajación para los niños. Hombros y cuello
HOMBROS Y CUELLO
Imagina que eres una tortuga.
Imagínate que estás sentado sobre una roca en un apacible y tranquilo estanque relajándote al calor del sol, te sientes tranquilo y seguro allí.
De repente sientes una sensación de peligro.
¡Vamos! mete la cabeza en tu concha.
Trata de llevar tus hombros hacia tus orejas, intentando poner tu cabeza metida entre tus hombros, mantente así, no es fácil ser una tortuga metida en su caparazón.
Ahora el peligro ya pasó, puedes salir de tu caparazón y volver a relajarte a la luz del cálido sol, relájate y siente el calor del sol.
¡Cuidado! más peligro, rápido mete la cabeza en tu casa, tienes que tener la cabeza totalmente metida para poder protegerte.
Muy bien, ya puedes relajarte, saca la cabeza y deja que tus hombros se relajen.
Fíjate que te sientes mucho mejor cuando estás relajado que cuando estás tenso.
Una vez más.
¡Peligro! esconde tu cabeza, lleva los hombros hacia tus orejas, no dejes que ni un solo pelo de tu cabeza quede fuera de tu concha.
Mantente dentro, siente la tensión en tu cuello y hombros.
Ahora puedes salir de tu concha, ya no hay peligro.
Relájate, ya no va a haber más peligro, no tienes nada de qué preocuparte, te sientes seguro, te sientes bien, perfecto.