Escribir diálogos
El diálogo es la forma que tienen los personajes de expresarse y de darse a conocer. Por lo tanto debemos cuidarlo bien.
Los personajes de nuestras historias deben hablar como las personas reales. Deben ser claros, puede que titubeen si están nerviosos o son algo tímidos, deben denotar rabia o tristeza, según la escena o el carácter.
Luego tenemos los diálogos entre varios personajes. Aquí tendremos especial cuidado de no confundir al lector, debemos dejarle claro quién habla en cada momento. No es lo mismo tener dos personajes, que se alternan uno a otro, que tener tres o más, puede hablar cualquiera de ellos y el lector no es adivino. Es un error muy común en escritores noveles, me he encontrado más de un alumno con este error. Olvidan mencionar quién habla y el lector debe releer el diálogo intentando averiguar quién está hablando, deducirlo, de alguna manera. Debemos evitarlo. Para ello os aconsejo leer vuestro diálogo en voz alta, si queda claro quién habla, estará correcto, si tenéis dudas, corregirlo. Con un simple, Dijo Alberto con una sonrisa, por ejemplo, lo habremos solucionado.
Otro aspecto a tener en cuenta en los diálogos es la forma de hablar de cada personaje. Tengamos en cuenta que un médico o un abogado, no hablará igual que una mujer que está vendiendo en el mercado, o que un niño.
Por último, recordemos no hacer diálogos demasiado extensos, es mejor alternarlos con descripciones. Una redacción amena consiste en no monopolizar ningún elemento.