Pasivas y negativas
En la lección anterior hemos aportado dos cuestiones básicas para mejorar nuestra expresión escrita: el orden de la frase y su extensión. A continuación, daremos más información sobre cómo debemos expresarnos con claridad. Para ello, hablaremos de las frases construidas en pasiva y de las negativas.
Y es que no debemos abusar, en nuestros textos, de ambas formaciones ya que quita dinamismo a nuestro escrito. Pensemos en una frase pasiva frente a una activa. Por ejemplo:
Como podemos comprobar, tras el ejemplo, explicar los hechos de forma pasiva hace, entre otras cosas, que las palabras usadas para mi expresión tengan que ser más; que si escojo la voz activa. Asimismo, el texto es menos sencillo con la pasiva por lo que recomendamos no abusar de esta construcción.
Ahora fijémonos en la última frase que acabo de decir para hablar del otro uso que hemos apuntado arriba: el de las oraciones negativas. La frase modo de ejemplo es la siguiente:
La frase está en afirmativo puesto que el verbo no está acompañado de ninguna negación (adverbio, locución, verbo… que implique negación). En caso de que hubiéramos querido usar una frase negativa, esta podría ser como la del ejemplo siguiente:
Como podemos comprobar, la primera opción es mucho más fácil de entender que la segunda (la frase en negativo). Por ello, (siempre en la medida de lo posible) es mejor hacer uso de frases en afirmativo que de frases en negativo. No hay que abusar, por tanto, de esta última construcción.
CLAVES DE LA LECCIÓN: No abusar en nuestro texto de la voz pasiva. Tampoco abusar de las frases negativas ya que restan dinamismo a nuestro trabajo.
