El ‘materialismo histórico’
Vemos, pues, que para Marx el único objeto de la Historia es la sociedad en su estructura económica.
Esto resulta ser justamente lo contrario de lo que afirmaba Hegel, pues para aquél, como hemos visto, era Dios el responsable de la historia universal.
Por supuesto que bajo la ESTRUCTURA ECONÓMICA reconoce Marx la existencia de una SUPERESTRUCTURA compuesta de formas ideológicas (Derecho, Moral, Religión y Metafísica), pero ésta sólo es una sombra o reflejo de la ‘estructura’, que sólo participa indirectamente de su historicidad.
Por lo tanto, Marx, como podemos ver, le ha dado la vuelta al idealismo de Hegel ; en el ‘materialismo histórico’ (así se llama la filosofía del ‘marxismo’), en vez de ser las cosas reflejo de las ideas (como en Platón, el primer idealista), resulta que son las ‘formas ideológicas’ las que constituyen un reflejo de la estructura eco-nómica (‘las cosas’).
La razón para ello, según Marx, es que las ideas que dominan en una época histórica determinada son las ideas de la clase dominante.
El ‘progreso incesante de la historia’, por tanto, queda explicado, de acuerdo con la concepción marxista, a partir de la evolución del MODO DE PRODUCCIÓN propio de cada época, el cual se define en función de la relación dialéctica entre FUERZAS PRODUCTIVAS y RELACIONES DE PRODUCCIÓN.
Esta dialéctica llegaría a su fin (la ‘época positiva’, que diría Saint Simon) con el COMUNISMO, que vendría a ser un retorno completo y consciente del hombre a sí mismo, como ‘hombre social’, es decir, como hombre humano. El ‘comunismo’, según Marx, guarda las siguientes características:
- Resuelve la oposición entre la naturaleza y el hombre (fuerzas producto-vas)
- Suprime la oposición entre hombre y hombre (relaciones de producción).